Platos fríos

Platos fríos
Platos fríos

Helados y polos

Helados y polos
Helados y polos

Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

CHARLOTA DE FRAMBUESAS.

Voy a retomar el tema de los dulces, que últimamente los tengo un poco abandonados.

Resulta que hacía varias semanas que no iba a comer el domingo a casa de mi cuñada, como teníamos por costumbre, ya que la faena en el campo aprieta y el domingo es día de amorrar. Pero este fin de semana hicimos una excepción, y allí que aparecimos. A mí me gusta preparar algún dulce o pastelillo cuando vamos allá, ya que es la única manera de que no me los coma yo sola. Y aunque no son demasiado golosos, siempre acaban cayendo, sino ese día al día siguiente...

Esta vez hice algo facilito, fresquito y apetecible, y creo que no salió del todo mal. Tenía ganas de un postre de fruta, pero como por aquí no es fácil conseguir frutas tales como frambuesas, grosellas o arándanos, pues tiré de bote de mermelada y arreando. 


Sólo un apunte: este postre hay que servirlo muy frío. Aunque lo tuve toda la noche en la nevera, perdió textura en el trayecto, ayyy...

Ingredientes (para 6 ó 8 personas):

-un bote de mermelada de frambuesas de buena calidad.
-un brick de nata para montar.
-un sobre de gelatina Royal o similar, neutra.
-un paquete de bizcochos secos, de esos alargados.
-un paquete de frambuesas de gominola (opcional).

Primero preparamos la gelatina según las instrucciones del fabricante, yo usé esa que es en polvo que se disuelve en agua, y utilicé 300 cc de agua en lugar de los 500 cc que indicaba el paquete. Cogemos un poco y disolvemos un par de cucharadas de la mermelada, y lo reservamos. El resto lo dejamos aparte.

Preparamos un molde redondo forrando el fondo con papel sulfurizado o de horno. Con esto conseguiremos desmoldar con mucha más facilidad después. Ponemos la gelatina con la mermelada en el fondo y forramos los laterales con bizcochos cortados a la medida del recipiente.


En un bol batimos el resto de la gelatina, templada, junto a la nata y el resto de la mermelada.

Lo vertemos en el molde. Dejamos reposar unos cinco minutos. Luego cubrimos la superficie con más bizcochos, cortados de manera que cubra la mezcla por completo. Esto será la base de la tarta cuando esté terminada. Recolocamos los bizcochos de los bordes si se mueven demasiado de su lugar.


Tapamos con papel de plata y a la nevera. Tiene que reposar cuatro o cinco horas, si es toda la noche mejor que mejor.

Para servir, pasamos la hoja de un cuchillo por el borde con mucho cuidado y lo volcamos en una fuente. Decoramos con las frambuesas de gominola a nuestro gusto. 



¡Qué aproveche!

Consejo: si no la van a tomar niños, se puede echar un chorrito de ron blanco o Cointreau a la mezcla antes de verter en el molde. El sabor mejora muchísimo.

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LASAÑA DE HORTALIZAS DEL TERRENO.

Me encantan los platos vegetarianos. Hace algunos años tenía por costumbre ir a cenar con las compañeras de trabajo a un restaurante vegetariano que está en la zona de Blasco Ibánez, en Valencia. Allí descubrimos que con ingredientes muy sencillos se pueden degustar verdaderos manjares. Este es uno de ellos.

La lasaña es un plato que gusta a casi todo el mundo. Curiosamente, a mí la que menos gracia me hace es la que lleva carne picada con salsa de tomate, es decir, la más común. Este plato se presta a los más diversos rellenos. Hoy os la muestro con pimientos rojos de mi cosecha y cebolla dulce también de mi huerto.
Yo la preparo en raciones individuales. Queda mucho mejor servida y además resulta más fácil repartir las raciones que si la preparamos en una fuente para varias personas. Sólo necesitamos unos cuencos o fuentecillas refractarias y problema resuelto. De esta manera, yo uso placas de canelones en lugar de lasaña, que tienen el tamaño perfecto para una sola ración.
Con un paquete de éstos nos salen dos raciones. Me gustan porque no hay que hervirlos, que es un rollo.

Ingredientes (para dos personas):

-un paquete de canelones precocidos.
-una cebolla pequeña.
-un calabacín mediano.
-un pimiento rojo grande.
-un tomate maduro.
-6 lonchas de queso fundido.
-un vaso de leche entera.
-una cucharada de mantequilla (no margarina).
-un puñadito de pan rallado.
-aceite de oliva.
-nuez moscada rallada y sal.

Primero ponemos a sofreír la cebolla picada en una cacerola con el aceite. Mientras, troceamos el calabacín y el pimiento.
Ponemos las hortalizas en la cacerola junto a la cebolla y dejamos sofreír.
Mientras, ponemos a remojo las placas de pasta (cuatro por persona) siguiendo las instrucciones del fabricante.

Pelamos y troceamos el tomate y lo añadimos a la cacerola.
Tapamos y dejamos hacer a fuego lento. Mientras preparamos la bechamel. Ponemos en un cazo una cucharada de mantequilla, la fundimos y añadimos el pan rallado. Lo dejamos que se  cueza un poco. Añadimos la leche, la nuez moscada rallada y salamos. Subimos el fuego y dejamos espesar batiendo sin cesar con unas varillas.
Cuando haya adquirido una consistencia a nuestro gusto, apagamos el fuego y reservamos.

El contenido de la cacerola ya estará casi. La destapamos y dejamos que se quede sin jugo subiendo el calor y sin parar de remover. Cuando esté apagamos el fuego.
Empezamos a montar la lasaña. Ponemos en la fuente individual un chorrito de bechamel, una placa de pasta, unas cucharadas de sofrito y una loncha de queso. Un chorrito de bechamel y repetimos.


Hacemos tres capas. Cubrimos con la bechamel de forma abundante.
Llevamos a gratinar al horno unos diez minutos o hasta que se dore.
Listo. Plato contundente y sabroso donde los haya.

¡Buen provecho!

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MAGRAS CON TOMATE AL BRANDY.

Hoy os doy ración doble, que ahora estoy súper atareada y no tengo tiempo de nada. Vamos, que ya no sé si tengo el tinte para retocar o si el tinte estuvo alguna vez en mi cabellera... al menos estoy más bronceada que nunca, jajaja..

El trabajo del campo me tiene absolutamente copado el poco tiempo libre que creía iba a tener. Con semejante perspectiva, el único consuelo que me queda es que tengo una buenísima excusa para preparar platos contundentes, ya que el huerto nos exige un gran esfuerzo un día tras otro.

Me encanta el jamón. Normalmente me lo tomo en crudo, pero hay ciertos guisos que me gustan mucho. Este es uno de ellos.


Es capaz de resucitar a un muerto. No queda nada salado y es muy suave al paladar. Y para colmo está de vicio, yo me como media barra de pan con mi ración... Aunque pueda parecer un plato de invierno, si lo acompañamos de una ensalada resultará de lo más apetecible.

Necesitamos:

-una loncha de paleta curada por persona, cortada de 1/2 cm de grosor.
-una cebolla picada.
-una latita de champiñones baby o si son frescos mejor que mejor.
-un vaso de tomate frito (del envasado vale).
-una copa de brandy.
-tomillo y pimienta negra recién molida.
-aceite de oliva virgen extra.

Ponemos a sofreír en el aceite las lonchas de paleta. Cuando hayan cogido algo de color las sacamos y las reservamos en un plato aparte.


En la misma cazuela, sofreímos la cebolla, y cuando esté transparente añadimos los champiñones.  Dejamos que se hagan y les agregamos las lonchas de paleta. Las rociamos con el brandy.


Dejamos evaporar un poco el alcohol y añadimos el tomate frito, las especias y un vaso de agua.


Tapamos la cazuela y dejamos cocinar unos 10 minutos o hasta que la salsa esté trabada a nuestro gusto.


Listo. Servimos con una ensalada o, aún mejor, con puré de patata casero. Uhmmm...


¡Buen provecho!
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PIMIENTOS ROJOS RELLENOS.

Los pimientos están ya maduros, ¡por fin!
No veía el momento. Tenía unas ganas locas de cocinar mis pimientos, que no sólo me encantan, es que David los hace de calidad extra elevada al cubo.


Esta receta es tan simple que no tenía pensado postearla, pero mi amiga Amparo me la pidió, así que ahí va.


Importantísimo: los pimientos han de ser bien frescos, con la carne prieta y la piel lisa y sin arrugas. Sólo así los podremos pelar con facilidad una vez estén en el plato. De lo contrario no es que estén menos buenos, es que resultan antipáticos de comer.
Ingredientes:


-un pimiento rojo grandecito por persona.
-un vasito de arroz por cada dos raciones.
-un puñadito de carne de ternera picada por cada dos raciones.
-cebollita picada, al gusto.
-un buen chorro de tomate tamizado.
-perejil picado, pimienta negra recién molida, sal.
-aceite de oliva virgen extra.
-opcional: unos guisantes de lata.


Primero cortaremos un sombrerito a los pimientos y los limpiaremos bien de semillas sin abrirlos del todo.
Pondremos a pochar en aceite de oliva la cebollita. Cuando esté transparente, añadimos la carne. Sofreímos hasta que pierda el tono rosado. Salpimentamos, añadimos el tomate y dejamos cocinar unos minutos.
Una vez hecho el sofrito, añadimos el arroz y le damos unas vueltas para que se impregne bien de los sabores del guiso. En este momento añadiremos los guisantes si nos gustan o nos apetecen.
Con una cuchara grande, rellenamos los pimientos vacíos.
Una vez hemos gastado todo el relleno, los tapamos encajando bien sus respectivas tapas.
Los rociamos con un hilo de aceite y los metemos en el horno a 180º unos 45 minutos. Pasado este tiempo, probamos el arroz en una esquinita para comprobar que está cocido. Si no es así, los dejamos 15 minutos más.
Listo. Están buenísimos, o al menos lo están para mí, jajaja...


¡Buen provecho!


Consejo: El relleno admite todos los cambios que nos apetezcan. Con atún de lata en lugar de carne están muy ricos también, y con un mix de hortalizas picadas conseguiremos un plato vegetariano contundente y sabroso.
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MAXIMONTADITO DE CALABACÍN Y FOIE.

Hace algunas semanas mis amigos Alex y Mónica me facilitaron esta receta, y desde entonces no veía el momento de probarla.
Ellos lo preparan algo distinto, ya que usan una rodaja de calabacín como primera capa. Pero yo me dije que me apetecía algo más suculento, con una rodaja de pan de molde en la base, y me he montado un montado (jajaja) supersabroso, que acompañado de una ensalada completa me ha solucionado la cena del domingo de una forma fácil y rápida. 


Además he utilizado un paté de oca con arándanos que vi en el súper el otro día, e inmediatamente visualicé esta recetita partiendo de tan suculento ingrediente...


Necesitamos (por persona):


-una rodaja de pan de molde cortada en redondo.
-unas 6 rodajitas muy finas de calabacín crudo.
-una rodaja de paté de foie (del que más nos guste).
-una loncha de bacon cortada muy finita en juliana.
-una cucharadita de pan rallado.
-pimienta negra recién molida.


Montamos sobre el pan las rodajas de calabacín.
Colocamos encima el paté. Yo lo puse en lonchitas gruesas. Después coronamos con el bacon bien picado y un poco de pan. Lo salpicamos con un poco de pimienta.
Llevamos al horno a gratinar durante unos 15 minutos. Cuando se empiece a dorar el pan lo sacaremos y listo para comer.
Comerlo bien calentito. A lo mejor no tenemos bastante con uno... jajaja...


¡Buen provecho!



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COMPOTA DE MANZANAS SILVESTRES.

Hoy os traigo un buen ejemplo de cómo aprovechar unos frutos que sin duda habrían acabado  como abono para el jardín.
Resulta que el otro día mi suegra me regaló ésto:
Debían de proceder del huertito asilvestrado de algún vecino. Pero como la mujer me las ofreció con tanta satisfacción, no pude menos que cogérselas.

Lo cierto es que tenían un perfume delicioso, pero buenas, lo que se dice buenas, no estaban demasiado... En lugar de lamentarme de mi mala suerte, decidí hacer un estupendo postre con ellas.

Necesité:

-un buen puñado de manzanas.
-un puñado de azúcar.
-canela en polvo.

Primero ponemos en una cacerola las manzanas troceadas y sin piel. Desecharemos todo lo que no esté totalmente sano. Las cubriremos  de agua y de un puñado de azúcar. Al mismo tiempo, pondremos en un cazo la mitad de las pieles (que estén sanas) y los corazones de las manzanas.
Pondremos a cocer lentamente. Cuando haya hervido unos 30 minutos, sacamos el cazo de las pieles del fuego y lo trituramos todo con la batidora.
Ahora colamos el contenido sobre la olla con la fruta. Esto se hace para extraer la pectina  que contiene la piel y el corazón de la fruta, y contribuirá al espesado y a su posterior conservación.
Esperaremos a que la manzana esté bien blanda y trituramos todo con la batidora.
Aromatizamos con canela y dejamos hervir un poco más hasta que haya espesado ligeramente y perdido la mayor parte de humedad, siempre sin dejar de remover.
 Lo vertemos en unos tuppers y lo dejamos enfriar antes de taparlos.
Ya está. Hay que esperar al menos un día para degustarlo, ya que la pectina va haciendo su labor durante el enfriado. Parece difícil, pero no lo es en absoluto.

Está buenísimo solo, pero yo me compuse un Mel y Mató muy particular:
Tiene muchas aplicaciones. Yo me estoy imaginando unos cupcakes rellenos de manzana que a buen seguro estarán deliciosos...

¡Buen provecho!


Consejo: Este postre es muy astringente, así que hay que tenerlo en cuenta si tenemos problemas de regularidad.
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