Platos fríos

Platos fríos
Platos fríos

Helados y polos

Helados y polos
Helados y polos

Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

Tarta de Manzana Rústica... y un pequeño descanso.

¿Cómo están ustedes?

Jajaja, ya veis, yo con ánimos ya de vacaciones, que me voy ya, pero ya ya ya.


Os conté que me voy para Andalucía: un tour por tres de las ciudades que no conozco y que debo conocer: Córdoba, Sevilla y Granada.


No descarto publicar algo antes, pero mi intención es de tomarme unos quince días de descanso. Sin planes, ni agobios, simplemente irme una semana y descansar otra...


Pero para dejaros un buen sabor de boca, una tartita fácil y riquísima, hecha en nada de tiempo (sin contar el horneado, claro), y que tiene un resultado genial:





Ingredientes:


-2 manzanas tipo fuji, cortadas en rebanadas pequeñas.

-2 huevos.
-250 gr de harina.
-2 cucharaditas de levadura tipo Royal.
-100 gr de azúcar.
-120 gr de mantequilla a temperatura ambiente, cortada en trocitos.
-un chorro de leche.
-azúcar para espolvorear por encima.

Con 100 gr de mantequilla, los ponemos en un bol y los batimos muy bien con el azúcar, hasta que quede una crema blanquecina. (Es muy importante que la mantequilla esté blanda, pero no derretida, ojo).


Añadimos los huevos y batimos bien.


Tamizamos encima la harina junto con la levadura y batimos. Quedará una masa fuerte, que aligeraremos con un chorro de leche, poco a poco, hasta que quede una crema fina, pero no demasiado líquida.


Vertemos en un molde engrasado y espolvoreado con harina. Colocamos encima de la masa las manzanas troceadas, sin orden ni concierto, simplemente que cubran la masa.


Derretimos los 20 gr de mantequilla restantes, y con un pincel de repostería, barnizamos bien las manzanas, hasta utilizar toda la mantequilla.


Horneamos a 200º durante unos 50 minutos. Comprobamos el punto de cocción y, si sale el pincho limpio, sacamos del horno. Espolvoreamos generosamente con azúcar y dejamos enfriar.


Mejora con el reposo... ¡al día siguiente está aún mejor! y al otro también...






No he puesto fotos del corte,  porque no me han dejado, jajaja...






Lo dicho, sed felices y sed buenos, que os estoy vigilando...



Nos vemos a la vuelta.

¡Abrazos mabeleros!
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QUICHÉ DE TOMATES Y ALCACHOFAS... para dos.

¿Qué tal vamos?


Después de tanto dulce, toca ya una recetita salada, ¿no creéis?





Mi cuñada me regaló una bolsa de alcachofas recién cogidas. Me encanta la alcachofa, en casa son todo un manjar, sobre todo en tempura.

La receta que hoy os ofrezco es ligera y apetitosa, perfecta para una cenita para dos. El secreto está en elegir un buen queso con mucho aroma, y que los tomates estén maduros, en todo su sabor.

Con un buen vinito y un aperitivo sencillo, el éxito está asegurado.


Ingredientes (para dos personas):

-una lámina de masa brisa (yo, de Rana)
-cuatro alcachofas.
-dos tomates de pera, medianos.
-dos huevos.
-1/2 brick de nata para cocinar (100 ml)
-75 gr de queso de rulo de cabra.
-pimienta negra, albahaca o perejil, sal, nuez moscada.
-1/2 limón.

Los tomates, los pelamos, los cortamos en rodajas y los ponemos en un colador, para que escurran toda el agua.

Pelamos bien, quitando todas las hojas verdes y dejando el corazón, las alcachofas. Inmediatamente de haberlas pelado, las cortamos en cuatro y vamos poniendo en un bol con agua y el zumo del limón, para evitar que ennegrezcan. Las ponemos a hervir unos dos o tres minutos. Dejamos escurrir bien en un colador.
Nota: yo las puse crudas, pero es que a mí me gustan así. Si las hervís quedarán más suaves.

Estiramos la masa en un molde redondo. Cortamos el sobrante.

En un bol, ponemos la nata, los huevos y el queso desmigajado y batimos bien. Sazonamos al gusto con pimienta, sal, hierbas y nuez moscada.

Ponemos los tomates sobre la masa brisa y encima los corazones de alcachofa. Regamos con la mezcla de nata y huevos y llevamos al horno a 180º unos 30 minutos.




Si vemos que se doran mucho las alcachofas antes de tiempo, podemos cubrir con una hoja de papel de aluminio.

Dejamos reposar una media hora, servimos.





¡Rico rico y ligero!

Abrazos mabeleros.



7

MINICROISSANTS DE CHOCOLATE BLANCO.


Bueno, bueno... por fin vuelven...


LOS CHOCOMARTES


y con una receta que hasta aquellos que no sabéis freír un huevo podréis preparar.


Estos mini croissants se pueden hacer con chocolate blanco, negro o con leche, como prefiráis. Estarán buenísimos de cualquier forma.





Ideal para una quedada de amigas (o amigos, que también comen), junto a un café. Yo he elegido el chocolate blanco para darle una oportunidad, ya que el negro me trae de cabeza, jajaja... y no me deja mirar a otro sitio cuando lo veo en el súper.


Y fácil fácil de morirse. Cuánto juego puede dar una lámina de hojaldre, ¿verdad?


INGREDIENTES  (para unas 20 unidades, según tamaño):

-1 lámina de hojaldre congelado.
-1 tableta de chocolate blanco.
-1 huevo.
-1 chorrito de leche.
-azúcar para el glaseado, una tacita.


Descongelamos la lámina de hojaldre a temperatura ambiente. Es importante que el hojaldre esté totalmente descongelado antes de manipularlo, de lo contrario se agrietará y eso no nos interesa. Tampoco demasiado, ha de estar blandito al tacto, pero sin pasarse, estad atentas.


Cortamos triángulos de la masa. Yo hice muchos pequeñitos, pero si queréis hacerlos grandes os pueden salir unos ocho croissants. Ponemos el relleno en la base del triángulo y vamos enrollando sobre sí mismos. Mirad la foto:






Es muy importante que el relleno quede bien cerrado, si no se saldrá todo en el horno. Y aún así se saldrá alguno...


Batimos el huevo con la leche y barnizamos los croissants. Horneamos a 180º (horno precalentado) unos 15-20 minutos o hasta que se doren.


Mientras preparamos el glaseado: hervimos el azúcar con la misma cantidad de agua hasta conseguir un almíbar. Tened cuidado con él porque puede provocaros quemaduras, el almíbar coge unas temperaturas altísimas.


Una vez fuera del horno y aún calientes, barnizamos con el almíbar. Dejamos enfriar totalmente, mientras van poniéndose crujientes, sin manipularlos.


Listos:






¿Quién se apunta a merendar esta tarde? ¡Yo invito!





Fácil, ¿no? y para quedar como Dios. Nadie os dirá que no a uno por lo menos...


¡Abrazos mabeleros!
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CLAFOUTIS DE FRESAS.


Desde que vi esta receta en el blog de Esmeralda (RECELANDIA) no he podido dejar de pensar en fresones.



Como aún es pronto para esta delicia, decidí esperar. Pero el viernes en el mercado los encontré en un puesto, rojos y lujuriosamente brillantes, y no demasiado pasados de precio. Y aparecí en casa con ésto:




Vamos, que la receta estaba hecha. Y porque he salido a pasar fuera el fin de semana, si no no hubieran durado nada. 

Nos comimos buena parte de ellos en el postre con canela, azúcar y limón (que están deliciosos simplemente así), pero yo me escondí un puñadito para probar la ya dicha receta. El clafoutis es un clásico de la repostería francesa, y esta es la primera vez que lo hago (pero no será la última). Sólo un apunte: yo he empleado aceite de oliva en lugar de mantequilla, así que la he mediterraneizado un poco. También he utilizado canela en lugar de vainilla. Y las almendras, en granillo (sobradas de los roscones de reyes), para notarlas bien.

Está mejor del tiempo que frío, ya que la baja temperatura mata los aromas de las fresas. Y así como Esmeralda las pone partidas boca arriba en su receta, a mí me gustan boca abajo, aunque no sean tan vistosas, para que los jugos se mezclen con la masa. 

Y además fácil, tanto como batir ligeramente y al horno. Esta receta se merece un 10.

INGREDIENTES (para un molde redondo de 22-24 cm):

-3 huevos.
-100 ml de leche.
-100 ml de nata para cocinar.
-1 tacita de café de azúcar.
-40 gr de harina.
-1/2 cucharadita de café de canela.
-1 puñadito de almendra en granillo.
-3 cucharadas soperas de aceite de oliva (más un poquito para engrasar el molde).
-fresas al gusto.

Encendemos el horno a 180º.

Mezclamos bien en un bol todos los ingredientes menos las fresas. En un molde ligeramente engrasado y salpicado un poco de harina, vertemos el batido. Colocamos encima las fresas en mitades, mirando hacia abajo.



Llevamos al horno 30 minutos, o hasta que se nos dore.






En casa gusta bien doradito, pero si no dejáis que coja tanto color quedará más jugoso. 

Mejora con el reposo, si es que tenéis fuerzas...

¡Abrazos mabeleros!

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