Platos fríos

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Helados y polos

Helados y polos
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Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

COOKIES DE AGUACATE Y CACAO... receta sin gluten.


Sí, ya sé que hoy no es martes...




...pero es que no podía dejar de enseñaros esta receta. Deliciosa, sin gluten y sin grasas animales ni vegetales, a excepción claro está del aguacate.

¿Galletas de aguacate y cacao? ¿Comorrr?.. pues sí. No hay como una mente abierta y curiosa para descubrir (en medio de algunos desastres, lo confieso) cosas saludables y riquísimas, amén de fáciles en su mayoría.



Uno de los motivos de que me gusten tanto las recetas centroeuropeas, es que suelen expresar las medidas en volúmenes y no en gramos. Lo creáis o no, no tengo báscula de cocina... ni falta que me hace.

Hará unos tres meses, descubrí este blog: thesmoothielover, y con él la receta que hoy os muestro. Josefine es una chica danesa, vegetariana y muy salada ella. Tiene un blog preciosísimo.

Lo realmente precioso, o más bien preciado, son estas cookies. ¿Os acordáis de los beneficios del aguacate? pues además aquí podéis comprobar que también puede ser verdaderamente rico.




Encima esta receta es sin gluten, me repito. Ya que el tema me toca de cerca, no está de más recordarlo. Sin hablar de los beneficios del chocolate negro (y no me refiero a sus antioxidantes), jejeje... Josefine utiliza azúcar de coco, bastante frecuente en recetas inglesas, pero bastante desconocido en España. Lo he sustituido por azúcar moreno.

Ingredientes (para 15 cookies +/-):

-125 ml (un envase de yogur) de cacao en polvo, puro y sin azúcar (yo usé Valor).
-125 ml de azúcar moreno.
-1 huevo.
-100 gr de carne de aguacate, maduro pero no marrón.
-50 gr (suele ser media tableta) de chocolate negro (el más negro que encontréis).
-1 cucharada sopera de agua.
-1/2 cucharadita de café de bicarbonato de sodio.

Calentamos el horno a 175ºC

En un tazón,  con el batidor de varillas manual mezclamos el aguacate con el azúcar. Cuando esté bien homogéneo, añadimos el huevo y el cacao. Volvemos a mezclar y añadimos el chocolate a trocitos.

En el agua, disolvemos el bicarbonato y añadimos a la mezcla.

En una bandeja de horno forrada de papel de pergamino, (¡OJO! es muy importante este paso, si no es papel de pergamino o una lámina especial de silicona para horno, será muy difícil despegar las cookies una vez horneadas),  vamos depositando con ayuda de una cuchara montoncitos de masa. A mi me salieron 15, pero dependerá del tamaño que las hagáis. El contenido de la cuchara sopera estará bien.

Llevamos al horno por espacio de 15-18 minutos. Josefine indica 10, pero mi horno necesitó más. Estarán cuando estén tiernas a la presión de un dedo pero secas.

Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una servilleta de papel. NECESITAN reposo. Al día siguiente están listas. Mejoran mucho fresquitas de la nevera.




Deliciosas... su sabor recuerda al brownie, pero es diferente, ¡jugosas y nada empalagosas!




Son diferentes, ¡además recordad que son saludables y sin apenas grasas!

¡Abrazos mabeleros!
5

HOY COMPARTIMOS... PAREDES.

Hoy compartimos somos un grupo de bloggers que se reúnen una vez al mes
para tratar un tema común, siempre dentro del punto de vista
de cada una.




Y el tema de este mes es:  PAREDES.

A mí lo único que me viene a la cabeza al hablar de paredes, son las fachadas. Me fijo en todas y cada una de ellas, en cualquier detalle o simplemente en el conjunto.


Fachadas con olor a salitre:




Con aroma a montes navarros:




 Con inspiración árabe:




Con aires british:




Excavadas en la misma roca:




O desconchadas: 




Todas todas, con aires de vacaciones.... ah, qué ganitas de volver a salir de viaje...

¡Voy a ver lo que nos han mostrado mis compañeras! 

¿Te vienes? 

Pincha aquí.

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CARROT CAKE, canadian best recipe.

¡Hola, querid@s!

Hace un par de semanas fue el cumpleaños de mi mami. Cuando se trata de los míos, es una gozada porque puedo experimentar sin miedo recetas diferentes... ¡no tienen miedo a nada!

Buscando la receta original del pastel de zanahoria, me topé con esta web: canadian living. Al ver los ingredientes y la receta no lo dudé y dejé de buscar.



Las especias y la combinación zanahoria-piña fue lo que me terminó de convencer. Pero, sobre todo, lo que hizo ineludible la receta fue la palabra "húmeda".

Yo no le puse cheesecream, ya que el queso no es bien recibido en casa. En su lugar utilicé una ganaché de chocolate blanco.

Resultado: una combinación aromática, sabrosa, pero sobre todo: húmeda.



Ingredientes (para 18 raciones según la receta original. En mi caso 12):

-2 tazas de harina (500 ml)
-2 cucharaditas de polvo de hornear (levadura química, tipo Royal)
-2 cucharaditas de canela.
-1 cucharadita de bicarbonato.
-1 pizca de sal.
-1/2 cucharadita de nuez moscada.
-250 ml de azúcar moreno.
-3 huevos.
-150 ml de aceite vegetal (oliva, girasol, maíz...)
-1 cucharadita de vainilla en polvo.
-4 zanahorias, trituradas finamente.
-4 rodajas de piña al natural, hechas puré.
-125 ml de nueces picadas finamente (yo usé almendra molida)

Para el ganaché:

-una tableta de chocolate blanco.
-un brick pequeño de nata para montar.
-azúcar glacé, al gusto (yo le pongo a ojo, voy probando el grado de dulzor).

Primero, en un bol batimos firmemente las zanahorias, la piña, el aceite y los huevos, hasta que quede una mezcla homogénea  y sin grumos.

En otro bol, mezclamos los demás ingredientes.

Unimos la mezcla seca a la húmeda, mezclamos bien.

Llevamos al horno, a 180ºC, hasta que al introducir una brocheta en el centro ésta salga limpia. A mi me tardó 50 minutos.

Esperar a que enfríe totalmente. Cubrir con el ganaché.

Ganaché: fundir el chocolate al baño maría. Es muy importante que el agua caliente no toque la base del recipiente que contiene el chocolate. Cuando haya fundido, mezclar con la nata ya montada, con movimientos suaves y envolventes.

Mejora sustancialmente con un día de reposo en la nevera.


Espero que os animéis a probarla. No os dejará indiferentes...

¡Abrazos mabeleros!
2

Tapenade de naranja.


Buenos días y feliz semana.

Hoy os muestro un aperitivo fácil y resultón:





La tapenade tiene su origen en el sur de Francia, concretamente en la Provenza. Parece ser que un chef de Marsella inventó la receta hace algo más de cien años. Su nombre proviene de la palabra provenzal tapena, que significa alcaparra o tápena.

Su composición consta de aceitunas negras machacadas con alcaparras, aceite de oliva, hierbas diversas y sal. Ocasionalmente también se le añaden anchoas o atún, ajo, zumo de limón, vinagre balsámico o incluso brandy.

Esta receta me llamó la atención por la presencia de las naranjas, que como sabéis tengo de cosecha propia. Y aunque no lleva alcaparras, no defrauda en absoluto: es aromática, de sabor intenso pero suave a la vez, y para colmo sus cualidades organolépticas aumentan con un par de días de reposo en la nevera.

¡Ideal para sorprender a vuestros invitados!

Fuente: www.gastronomiaycia.com.

Ingredientes (para una taza más o menos):

-150 gr de aceitunas negras sin hueso.
-1 diente de ajo, hermoso.
-el zumo de una naranja mediana.
-la mitad de la piel de la naranja, sin la parte blanca (amarga).
-100 cc de aceite de oliva virgen extra (o menos, al gusto).
-pimienta negra recién molida y sal.

Tan fácil como poner todos los ingredientes en el vaso de la batidora, sin la sal. Trituramos hasta obtener una pasta, y añadimos 1/2 cucharadita de café de sal. Mezclamos con una espátula y probamos, rectificamos de sal si es necesario.




Fácil ¿verdad? y no tiene absolutamente nada que ver con los comprados en el comercio...

Aguanta una semana en la nevera, si es que llega...

¡Buen provecho!
4

PANECILLOS DE REQUESÓN Y PIMIENTA.


¿Nunca os ha pasado que compráis una tarrina , (o al peso), de requesón y va y se queda un culín muerto de risa en el fondo? Pues a mi sí. 




Todos sabemos que el requesón, y más si es fresco o al corte, se debe de consumir en 48 horas. Sin excusas. No sería la primera vez, creemos que está aún bueno y va y nos da una indigestión (hablo por experiencia).

Pues esto es el resultado de dar salida a unas migajitas que estaban en la nevera, y francamente no me apetecían en absoluto. Podría haber hecho una pizza, pero tampoco había ocasión. De esta forma, una vez horneados y fríos, se irían directos al congelador hasta que se requisiera su presencia en la mesa (o en la mochila).

La culpa la tiene este libro/block de recetas que me regaló mi hermana para reyes:




Tiene tropecientas recetas de panes y repostería. Aún no lo había estrenado, pero por fin le ha llegado la hora.

Así que, con una migajita de harina, otra de requesón y la media pastilla de levadura que me sobró de hacer el Rotllo de l'horta, han salido estos cuatro panecillos, sabrosos y de miga jugosita y cremosa, aptos tanto para rellenos dulces como salados.



Os cuento como me organicé:

-a las 07'00h, preparo el fermento y la masa (20 min). La coloco, bien tapada, en la nevera. Desayuno y me marcho a trabajar.
-llego a casa a las 14'20h. Saco la masa, ha crecido el doble de su volumen. La amaso un poco con los ingredientes del relleno. Hago los panecillos y los dejo tomar temperatura ambiente (crecerán algo).
-como tranquilamente. A las 15'00h, enciendo el horno. Horneo los panecillos. 
-a las 15'30h, están terminados. Dejamos enfriar y listos para consumir o, como yo he hecho, para congelar.

Ingredientes (para 4 panecillos):

-300 gr +/- de harina (yo usé menos).
-70 gr +/- de requesón (o queso de cabra).
-12 gr de levadura fresca de panadero.
-180 ml de agua mineral tibia.
-20 ml de leche.
-azúcar y sal (un poco).
-pimienta negra recién molida.
-perejil picado fino.

Primero desleímos la levadura en el agua y la leche con un pellizco de azúcar. Añadimos algo de harina y batimos. A los 10 minutos burbujerará. Añadimos una cucharadita de sal y seguimos añadiendo harina hasta obtener una masa elástica y que no se pegue a las manos. Tapamos y dejamos reposar al menos dos horas.

Cuando la masa doble su tamaño, añadimos el queso, la pimienta  y el perejil (al gusto). Nos enharinamos las manos y amasamos un poco.

Hacemos cuatro partes iguales, redondeamos y damos unos pellizcos con unas tijeras. Dejamos reposar, tapado con un paño, hasta que crezcan un poco.

Con el horno precalentado a 240º, ponemos los panecillos durante 20 minutos. A los 10 minutos bajamos el calor a 200º.




Voilá:





Podemos acompañar de, por ejemplo, mermelada de tomate o de naranja amarga. O bien rellenar de huevo duro, anchoas, jamón serrano...

¡Espectaculares!

Abrazos panarras.
4

HOY COMPARTIMOS... Un té moruno.


De nuevo estamos aquí.





Hoy Compartimos somos un grupo de bloggers que nos reunimos una vez al mes para postear un tema común, siempre desde el punto de vista de cada uno.

El tema de este mes es: El Té.

Yo voy a contaros mi experiencia en una tetería moruna en pleno Albaicín, en Granada.

Era la última noche que pasábamos en la ciudad. Y para colmo de penas no paró de llover en toda la  tarde. 

Decidimos darnos un homenaje con un té moruno en uno de esos locales preciosos que te transportan a las mil y una noches. Visitamos uno nada más llegar a la ciudad y nos despediríamos de ella en otro.

Tetería La Kasbah (Calle de la Calderería Nueva, 4). Local pequeño y recogido, no como el que vimos el primer día. También sirven comidas. Tés de mil clases diferentes. Pastelería moruna.

David pide un té Sueños de Granada. Yo, un Sherezade. Mezclas ambas aromáticas y penetrantes. Para acompañar, yo sin dulce no pruebo gota, un backlava.



A nuestro lado hay una familia entera disfrutando de un Narguile de frutas del bosque (o eso decían). Ríen animados mientras dan bocanadas de su pipa.

De repente, una visión: ¡hemos encontrado a Wally!



Las telas, los espejos repujados, las lámparas maravillosas, todo te transporta a otras dimensiones y otros lugares. 



Un lugar romántico, perfecto para desconectar de nuestro ajetreado mundo
 por unas horas....



Como colofón, os adjunto esto que he encontrado. Normas de protocolo para ser el perfecto invitado. No dejan de ser curiosas e interesantes... ¿las conocíais?

www.beneficiosdelte.es


Me voy corriendo a ver lo que mis compañeras han posteado.

¡Abrazos morunos!
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