Platos fríos

Platos fríos
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Helados y polos

Helados y polos
Helados y polos

Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

Crema de pollo y calabacín.

Aquí os traigo la receta salada de calabacín que os prometí en la entrada anterior:


¿En qué casa no se ha cocinado alguna vez crema de calabacín? A mí me encanta, tanto fría como caliente. Además de ser un plato fácil de comer es una estupenda forma de consumir verduras, cosa que a veces se hace harto difícil, sobre todo si tenemos en casa un hater de los platos verdes, como es mi caso.

Sobraron un par de muslos de pollo de la paella. En mi casa la carne de la paella no siempre es consumida del todo, ya que las peleas suelen ser por los granos de arroz mas torraditos del fondo. Normalmente me la como yo, pero esta vez a mi tampoco me apetecía, y no esta la cosa para ir tirando...

Así que en esta ocasión os doy una receta completa, fácil y que seguro gustará a (casi) todos. ¡Hasta mi marido pejiguera se la comió sin rechistar!


Imprescindibles los corruscos de pan. Yo en lugar de usar pan frito lo he torrado en la sartén con un poco de mantequilla. Ricos y nada grasientos. Para repetir.

Ya me diréis si os ha gustado.

Tiempo: 30 min.

Ingredientes (dos raciones):

-2 muslos de pollo ya cocido deshuesados, o un filete de pechuga a la plancha.
-1/2 calabacín mediano.
-1 cebolla pequeñita.
-1 patata pequeña.
-1/2 bric de nata para cocinar (o leche evaporada, o sustituto vegetal).
-750 cc de agua mineral.
-1 cucharada generosa de mantequilla.
-un chorro de aceite de oliva virgen extra (AOVE).

Primero ponemos la mantequilla y el aceite en una cacerola. Sofreímos a fuego lento la cebollita picada hasta que esté transparente.

Añadimos el calabacín limpio, troceado y sin pelar. Damos unas vueltas. Cubrimos de agua y añadimos la patata pelada y troceada pequeñita y el pollo también troceado. Ponemos a cocer unos 15 minutos, tapado.

Pasado este tiempo, rectificamos de sal y trituramos con la batidora. Fuera del fuego incorporamos la nata y llevamos a la nevera.

Para servir, decoramos con un chorro adicional de nata, unos corruscos de pan torradito y un poco de cebollino picado, yo lo he usado seco.

Podemos tomar frío o caliente. Riquísimo.

Mil besos, corazones.


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Muffins de chocolate, calabacín y nueces.

Felices vacaciones a quienes estén en ello, y a quienes no (como la menda), les invito a endulzarse un poquito la vida con estos muffins.



No es la primera receta dulce que hago con calabacines. Aquí tenéis un bizcocho sin huevo que está riquísimo. Y como me encanta esta verdura, voy a daros una receta dulce y otra salada. Hoy toca la pimera, y de paso retomo los Chocomartes, casi relegados al olvido, y os invito a probar estas pequeñas delicias.




Con tanto calor no apetece comer casi de nada, pero una de estas magdalenitas bien fresquitas de la nevera sabe a bocado celestial. La receta la he versioneado del blog Denikatissen, sustituyendo las pepitas de choco por nueces troceadas. Allí os explican con todo detalle cómo conseguir unos muffins esponjosos. Creo que los he conseguido, si no mejores, al menos sí igual de apetitosos.


Así que dejémonos de prejuicios, y probad esta receta con calabacines tan tan rica.


Ingredientes (para 12 muffins pequeños o 6 grandes):

-1 huevo.
-1 puñadito de nueces troceadas.
-100 gr de calabacín rallado, escurrido y puesto un rato a secar sobre papel de cocina.
-15 gr de cacao en polvo. Yo utilicé chocolate a la taza tipo Valor.
-1 cucharadita de café de café soluble.
-100 gr de harina.
-50 gr de azúcar moreno.
-45 gr de miel.
-60 ml de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
-1/2 cucharadita de café de aroma de vainilla.
-1/2 cucharadita de café de levadura química.
-1/4 cucharadita de café de bicarbonato.
-1 pellizco de sal.

Precalentar el horno a 175ºC.

Tamizar en un bol grande la harina, el cacao,el café, el bicarbonato, la levadura y la sal. Añadir las nueces y mezclar bien.

En otro bol, batir el huevo con la miel, el aceite y la vainilla. Añadir el calabacín e integrarlo bien.

Mezclar ambos preparados con la ayuda de una espátula, sin batir, hasta que queden muy bien integrados. No remover demasiado.

Verter la mezcla en los moldes de muffin con sus cápsulas de papel, o bien, engrasados convenientemente. Llevar al horno durante 25 ó 28 minutos o hasta que al insertar un palillo en uno de ellos salga limpio de masa.

Dejar enfriar y disfrutarlos.

Podéis espolvorearlos de azúcar glas, pero tienen un sabor tan intenso que no necesitan más aditivos.

¡Mil besos!

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Cómo sobrevivir una semana en la playa con un equipaje de cabina.

 ¿Cómo estáis, corazones? Hoy voy a enseñaros cómo sobrevivir a una situación de crisis... ¡de esa clase de crisis que a todos nos gusta vernos envueltos!




Ayer en el trabajo me dijo mi vecina que no sabía muy bien que meter en la maleta. Se va cinco días a Ibiza y sólo puede llevar equipaje de cabina. Y pensé que es difícil, sí, pero no imposible.

 Así que he decidido contaros algunos truquillos que os vendrán de perlas. No voy a descubriros las Américas, lo sé, pero quizás os sean de utilidad a alguien.

Lo primero y más importante es informarte bien de las restricciones en cuanto a medidas y peso del equipaje de mano, ya que varía ligeramente de unas compañías a otras. Las más estrictas son Ryanair y Vueling. Medio kilo de espacio de más puede solucionaros la vida...

Sí, se puede sobrevivir una semana con un equipaje de mano. Si yo fui capaz de superar cuatro días en Londres en pleno mes de enero, vosotras podéis con una semana en la playa, ¡garantizado!





Sólo es cuestión de prioridades, de elegir bien y de organizarse.

1-Intenta llevar puesto lo que más abulte. Esto es obvio. Los vaqueros, las deportivas, la chaqueta ligera por si refresca podemos llevarlos en el trayecto, liberando así mucho espacio precioso. Tampoco hay que ir disfrazada de turista nórdica, pero con un poco de idea nos quitaremos lo que más abulte de la maleta.

2-El neceser, el justo y necesario. En los equipajes de mano no están permitidos todos los envases. Mi consejo es utilizar envases rellenables, o bien comprar tamaños de viaje que ahora podemos conseguir en cualquier sitio. Si vamos a un hotel podemos prescindir del gel y del champú, pero si nuestro destino es un apartamento en los supermercados venden geles de tamaño mini que nos solucionan la papeleta. El reparto de los productos sería éste:

Fuente: blog.ofetitas.es


Es importante llevarlos juntos en una bolsa de plástico transparente y respetar el máximo permitido. Esto incluye la botella de agua (100 ml). En vuelos nacionales no suele haber problema, pero a mi en Londres, a la vuelta me abrieron la maleta para inspeccionarla. Y eso que no tengo pinta de terrorista...

3-Con el maquillaje, lo mismo. Piensa en lo que realmente vas a usar, y que con el bronceado apenas necesitamos retoques. Y si somos adictas a la plancha del pelo, sólo si es pequeña. Si nuestra plancha es de tamaño XXL es preferible tirar de fijador y lucir un bonito efecto mojado. El secador de pelo.. ¿realmente lo necesitas? Es verano.

4-Toalla de playa. Mi consejo es que la sustituyas por un pareo de ésos de trama gruesa, que son super prácticos. El mes pasado en la revista Telva regalaban uno monísimo, mi mejor adquisición esta temporada. Claro que siempre podemos comprarla en destino, como hice yo las últimas vacaciones. Eso sí, que sea de tipo microfibra para que ocupe el mínimo espacio posible. Además se secan en un plis.

5-Bolsos. Olvídate de los de paja, son muy estilosos pero abultan demasiado. Mi consejo es optar por un buen tote de tela que se pliegue con facilidad, y uno tipo bandolera que te combine con todo para salir más arreglada.

6-Calzado. Con las deportivas que llevarás en el viaje, unas hawaianas y un par de sandalias planas o cuñas para vestir estás más que servida.

7-Opta por prendas ligeras, que no ocupen espacio, y podrás llevar unas cuantas. Yo este año me he agenciado en rebajas un mono largo de viscosa y un conjunto de camisola y pantalón pijama del mismo tejido que no abultan, que son combinables y que se me adaptan a varias ocasiones. Lo importante es que las uses con frecuencia (para ir cómoda con ellas) y que puedan combinarse entre sí.

8-Sombrero. Para mi es vital. Escoje uno de ala corta, tipo borsalino o canotier, ¡y llévatelo puesto en el trayecto! Además de estilosa no ocupará sitio en la maleta.

9-Trajes de baño. Mínimo dos, y si son tres mejor. Es lo que más vas a usar. Que sean favorecedores, y si alguno es bañador puedes incluso usarlo como parte de arriba con un pantalón pijama que le combine.

10-Y lo más importante: deja sitio para la cámara de fotos.

Por último, os citaré una frase que he leído por ahí y que resume muy bien la idea:

"Elige ropa polivalente, combinable y lleva lo que más te pones, no lo que te gustaría ponerte".

¿Qué os ha parecido? Espero que os sirva de ayuda a alguna...

¡Mil besos y gracias por estar aquí!

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Empanada de tomate y pimiento.

¿Quieres un trocito?



Los pimientos están en su mejor momento. Mira que me gustan. Pero, ya se sabe, en casa del herrero cuchillo de palo. Ni suelo tener pimientos ni tomates en casa. Hay para matarme.

Hacia tiempo que no preparaba una empanada. Normalmente suelo hacerlas con atún y huevo duro, pero no tenía ni lo uno ni tiempo para lo otro. Lo que sí tenía era un bote de tomate frito a medias rondando por la nevera que necesitaba salida urgente, y dos pimientos grandes que me traje para asar y que me negué a encender el horno, con esta calígula que nos acompaña estos días. Ahora ya no estaban lo suficientemente tiernos para hacerlos rellenos, como era mi intención, pero para freírlos eran perfectos.



Además os enseño cómo aprovechar los restos de cerveza. Sí, esos culines que se quedan en las latas, los voy poniendo en un tarro en la nevera, y cuando tengo un vaso lleno los utilizo para hacer rebozados supercrujientes o esta masa de empanada. Da igual que se haya desventado, lo importante es utilizar la cerveza bien fría.




Como me la como normalmente yo sola, la parto en porciones y la congelo. Queda estupenda y me soluciona el almuerzo cuando voy sin tiempo para nada, o sea la mayor parte del tiempo en estas fechas, jejeje.



Esta vez he preparado el relleno más sencillo del mundo, y muy típico de esta zona: tomata y pimentó fregides (tomate y pimiento fritos). Pero con ese tomate que tenía ya empezado me he ahorrado parte del proceso. Y está riquísima.

Con esta receta participo en el reto de Marisa y Rosalía, Reciclando Sabores. Allí encontraréis estupendas opciones para aprovechar los restos de la cocina ¡No dudéis en visitarlas!



Ingredientes (para unas 6 u 8 raciones):

-200 cc de cerveza fría (yo, restos).
-200 cc de aceite de girasol, más un poco para freír los pimientos.
-1 cucharadita de café de sal.
-Harina, la que admita.
-2 pimientos rojos bien grandes.
-180 cc de tomate frito.

Primero freímos los pimientos en un poco de aceite. Cuando estén blandos, añadimos el tomate y rectificamos de sal. Dejamos templar.

Encendemos el horno a 180º C.

En un bol, mezclamos el aceite y la cerveza y añadimos la sal. Vamos incorporando la harina hasta conseguir una masa elástica y suave que no se nos pegue a las manos.

Dividimos en dos bolas. Sobre la bandeja del horno protegida con papel de hornear, extendemos una bola, dándole forma rectangular. Repartimos el relleno encima. Sobre otra hoja de papel de hornear, en la encimera, extendemos la otra bola dándole la misma forma, más o menos. Con cuidado, depositamos esta parte de masa sobre la otra a modo de tapa. Cerramos los bordes y pinchamos la superficie con un cuchillo.

Yo en esta ocasión he pintado la suferficie con los restos del sofrito que habían quedado en la sartén, pero podéis usar huevo batido, que es lo normal.

Llevamos al horno una media hora, o hasta que se dore.

Dejar templar y lista.

Rica, sencilla y resultona, ¿verdad?

¡Gracias por estar aquí, amores!
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Cake de Frutos del Bosque.

¡Feliz domingo a todo el mundo!

Es fácil estar de buen humor cuando te sirves una ración de éstas junto al café de media mañana, ¿no os parece?



Otra vuelta de tuerca más al clasico bizcocho de yogur. Cuando dije que era una receta versátil, no imaginé cuanta razón tenía. Y las que quedan. Toda la culpa la tienen unos frutos del bosque congelados que compé en el súper. Iban dos bolsitas de 150 gr. Una de ellas me la tomé en un par de batidos y en estos polos. La otra estaba esperando un destino incierto en el congelador.



Digo incierto porque ahora no tengo tiempo para apenas nada, de hecho os escribo estas líneas robando tiempo a otros quehaceres (que desde luego tendrán que esperar). Claro que sabía que hacer con ellas, pero ¿cuando? Ayer se me abrió el cielo cuando descubrí un resto de yogur en la nevera. Ahora hago el yogur casero, y quedaba una ración que tenía que gastar este fin de semana. Así que problema resuelto.

Necesita un día de reposo para reunir todas sus virtudes: esta mañana estaba increíblemente jugoso, sabroso y había desarrollado la acidez propia de estas frutitas, un vicio, vamos.



Mi amor por los frutos del bosque y su colorido no es ningún secreto. Yo he tenido que haber sido elfa o hada del bosque en una vida pasada. ¿Os he dicho que hablo por la mañana con las libélulas?...mi marido a veces no sabe si echarse a reír o a correr, jajaja.

Bueno, pues os aseguro que no hay forma más fácil ni más rica de sentirse como una ninfa del bosque, que haciendo este cake maravilloso y de sabor increíble. ¡Os reto a que lo pongáis a prueba!

Tiempo: 10 min + 40 min de horno.

Ingredientes:

-3 huevos L.
-1 yogur natural (yo, casero. 125ml)
-1 medida de yogur de aceite de oliva virgen extra (AOVE).
-1 medida de yogur de almendra molida.
-2 medidas de yogur de harina.
-2 medidas de yogur de azúcar.
-1 cucharada de levadura química.
-1/2 cucharada de bicarbonato.
-150 gr de frutos del bosque congelados.
-Frutas frescas para decorar. Yo he usado fresas y moras.
-Azúcar glas para el glaseado.

Encendemos el horno a 175º C.

Batimos a mano en un bol los huevos y el azúcar hasta que espumeen un poco. Añadimos el aceite y el yogur y volvemos a batir ligeramente. Añadimos la almendra  e integramos bien.

Con un colador, cernimos la harina con la levadura y el bicarbonato sobre la masa. Batimos hasta que no quede ningún grumo. Añadimos las frutas aún congeladas y pasadas ligeramente por harina.

En un molde de plum cake bien engrasado y espolvoreado con un pellizco de harina, vertemos la mezcla. Nivelamos bien y llevamos al horno.

Al estar la fruta congelada tardará más, pero a mí me gusta más como queda, no se deshace tanto.

Al cabo de 40 min comprobamos la cocción. El centro se habrá hinchado y pinchando con una brocheta saldrá limpia. De no ser así, dejamos 10 minutos más.

Desmoldamos en frío. Ojo: yo soy a veces muy borrega y fuerzo a mis cakes a salir del molde antes de hora. Craso error. Lo más seguro es que se os rompa.

Para decorar, hacemos una glasa con un poco de leche o agua y añadimos azúcar glas hasta que la cobertura esté espesita a nuestro gusto. Vertemos sobre el cake y adornamos con fruta. Llevamos al frigo al menos medio día, pero al día siguiente es cuando más rico está.

Pura delicia... os lo prometo.

¡Mil besos, amores!
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