Platos fríos

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Helados y polos

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Bundt cakes

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Tarta Fría de Vainilla y Frutas del Bosque.

Hoy os traigo una tarta fácil, resultona y sin horno.




El domingo tenía comida familiar. A mi sobrina le han operado de anginas y me pidió que llevase algo fresquito y suave de tomar. Pensé que hacía tiempo que no preparaba una tarta tipo cheescake, y decidí hacerla. 



Le puse yogur porque mi costilla odia el queso. Yo sabía positivamente que aún así no la iba a probar (como él dice, por si acaso), pero yo tenía que poner de mi parte... Y la cobertura es de mermelada de frutas del bosque, que nos encanta a todos. Al relleno le he añadido vainilla, para darle un toque diferente. Sólo os diré que les encantó a todos (excepto a mi marido, claro está) y que la devoraron sin remordimientos.




Necesita su reposo. Lo mejor es prepararla de víspera. Y la mermelada, mi favorita es la de la Vieja Fábrica, ya que tiene unos trozos de fruta entera preciosos. Me gusta más así, queda más descuidada y encontrarse un trozo de fruta siempre es una delicia.

Tiempo: 30 min más los reposos.

Ingredientes:

-500 ml de yogur natural griego (sin azúcar).
-200 ml de nata para montar (35% mg).
-5 cucharadas soperas de azúcar.
-16 galletas, al gusto. Yo doradas para el desayuno.
-30 gr de margarina.
-1 bote de mermelada al gusto. Yo de frutas del bosque.
-1 cucharada sopera de aroma de vainilla Vahiné.
-1 envase de gelatina neutra Royal (2 sobres, para un litro de preparación).

Trituramos las galletas hasta reducirlas a polvo. En un bol grande, mezclamos la harina de galletas con la margarina. Vamos incorporando la una a la otra con cuidado hasta que se convierta en una masa moldeable. Cubrimos con este preparado la base de una tarta preferiblemente desmontable, apretando muy bien por todas partes hasta dejar una capa más o menos uniforme que cubra toda la base. Llevamos a la nevera al menos media hora para que asiente bien.

Del yogur, separamos un vasito y el resto lo ponemos junto a la nata en un cazo a ebullición. Mientras se calienta, a fuego no muy fuerte, añadimos un sobre y medio de gelatina al yogur reservado, batiendo muy bien hasta integrar.
En el cazo, sin parar de remover con un batidor de varillas, llevamos a ebullición la nata y el resto del yogur. Cuando empiece a borbotear, retiramos del fuego, añadimos el azúcar y la vainilla y unimos al yogur con la gelatina. Batimos muy bien hasta integrar todo. Dejamos templar un ratito y vertemos sobre la base de galletas. Dejamos reposar al menos una hora.

Vertemos la mermelada junto un poquito de agua en un cazo y calentamos al fuego. Aparte, disolvemos el resto de la gelatina en un poquito de agua y reservamos. La mermelada la llevamos a ebullición, y cuando esto ocurra la mezclamos, fuera del fuego, con la gelatina disuelta. Dejamos templar la mezcla y vertemos sobre la tarta.

Llevamos al frigorífico hasta el día siguiente.

Deliciosa y más ligera que si llevara queso. Bon profit.

Mabel.

1 comentario

  1. Tu husband se ha perdido esta delicia???. No me lo puedo creer. Estará de muerte lenta. Me ha encantado y me llevo la imagen en la cabeza.
    Ricura de tarta.
    Más besos

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