Platos fríos

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Helados y polos

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Bundt cakes

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Vacaciones en el Mar. Tercera Parada: Roma.

¡Bienvenidos a mis crónicas viajeras! Hoy vamos a atracar en Civitavecchia, y desde aquí tomaremos un autobús hacia Roma.

Civitavecchia es el puerto más cercano de la cuidad eterna. Aquí lo teníamos bastante claro, y contratamos la excursión directamente con Nautalia en la propia agencia al  mismo tiempo que el crucero. En un principio era la única excursión que íbamos a coger. Roma queda a casi una hora del puerto, y era la única forma de conocerla en esta ocasión.

Madrugamos muchísimo, ya que a las 08'15 teníamos que estar en la parada del autobús del puerto. A las 09'00 más o menos entrabamos en la ciudad. Tras una parada para dar instrucciones y poder ir al baño y/o tomar un café, emprendimos camino hacia el Coliseo.



Aquí estuvimos una media hora, recorriendo el perímetro del edificio y asistiendo a una exhaustiva explicación de las numerosas edificaciones de alrededor.


Después, volvimos a subir al autobús y nos dejó en el centro de la ciudad. La visita la realizamos a pie, y la primera parada fue en la fastuosa Fontana di Trevi. Había oído algo sobre ella, como que era tan grande que no había ángulo posible para ser fotografiada en su totalidad, pero vamos, es que es de dimensiones descomunales:


Todos tiramos nuestras respectivas moneditas, para poder volver a Roma, según la tradición. ¡Aquí hubo un tráfico de céntimos realmente simpático!

Continuamos con nuestra travesía, y llegamos al Panteón, también llamado Panteón de Agripa y que en su interior se encuentra el sepulcro de Rafael.


Aquí nos dieron algo de tiempo libre para comer o descansar, y nosotros no nos lo pensamos y entramos en una de los numerosos comercios llenos de ricas viandas para comprar unos bocadillos y comérnoslos allí mismo.


Reanudamos la marcha, hacia la piazza Navona. Allí, la imponente fuente de Los Cuatro Ríos. Esta fuente fue proyectada por Gian Lorenzo Bernini,en 1651. Se compone de cuatro estatuas sobredimensionadas que representan los cuatro principales ríos: el Nilo, el Ganges, el Danubio y el Río de la Plata. Y se halla coronada por un obelisco egipcio.


La fuente está construida en mármol travertino.


Continuamos la caminata hacia el Vaticano.


Llegamos a nuestro punto final de la excursión: la Plaza de San Pedro. Aquí tuvimos suerte y pudimos sortear las colas de entrada. Disfrutamos de un pequeño lapsus de tiempo para visitar el interior de la basílica. Grandiosa y opulenta, lástima que no dio tiempo a entrar al museo y ver la capilla sixtina. Esto quedará para una futura visita.


La guardia suiza. La vistosa vestimenta quedó algo apagada a causa de las capas negras del uniforme de invierno. Nos pasó lo mismo viendo el cambio de guardia en Londres, inconvenientes de viajar en tiempo frío.


En este punto, la comitiva de replegó y nos llevaron de nuevo hacia el barco, a descansar y prepararse para la próxima escala.

Roma merece de verdad al menos un fin de semana, Es una ciudad digna de admirarse con detenimiento.

Espero que os haya gustado. ¡En breve continuamos el viaje!

Mabel.

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