Platos fríos

Platos fríos
Platos fríos

Helados y polos

Helados y polos
Helados y polos

Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

Vacaciones en el Mar. Cuarta Parada: Palermo.

¡Por fin puedo sentarme a continuar con mi periplo! Hoy voy a narraros la cuarta parada de mi crucero: la ciudad de Palermo. La llegada a la isla es verdaderamente preciosa, ya que su orografía es montañosa y el barco tuvo que bordear una bahía, y me sentí como un pirata al abordaje.



Palermo es la capital de Sicilia, isla italiana tristemente conocida por la camorra, pero muy rica en patrimonio cultural e histórico. No en vano, en julio de 2015 fue incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Yo, en cuanto pisé tierra y vi este imán no pude evitar llevármelo conmigo... lo más gracioso es que el resto del grupo se lanzó en picado a por otro igual.



Nos pasó algo muy gracioso: nuestros compañeros de viaje habían contratado una excursión a pie por la ciudad, y nos invitaron a ir con ellos. No sé hasta que punto nos podían haber echado de la comitiva, pero lo cierto es que (eso sí, sin pinganillos informativos, que de eso se encargaban nuestros amigos), comenzamos la visita a Palermo en una excursión guiada sin comerlo ni beberlo.

La visita comenzó en el mercado de Ballaró, un lugar que conserva el encanto de los viejos comercios ambulantes.




Los restaurantes exhibían sus platos estrella en las esquinas. La verdad es que eran muy tentadores...



Entramos en una iglesia de la cual no recuerdo el nombre (sorry). No demasiado sobrada de dimensiones, pero muy bonita y ornamentada.





Continuamos nuestro paseo hasta llegar a la Iglesia de Santa Caterina, pero que lo realmente famoso del lugar es la Piazza Dela Vergogna, ya que justo enfrente del edificio religioso se erigen un grupo de estatuas bastante ligeritas de cascos.



La comitiva continuó el camino, hacia los Quattre Canti. Una confluencia de calles con los chaflanes muy ornamentados.



De aquí, llegamos a la Catedral de Palermo. Su construcción data del siglo XII, primeramente era de estilo bizantino y ha sufrido diversas reformas.




En este punto, empezó a diluviar, y aprovechamos para resguardarnos y pararnos a degustar uno de los famosos y deliciosos helados italianos.



Aquí nos desvinculamos del grupo y decidimos terminar la visita a Palermo los cuatro por nuestra cuenta. Paseamos por sus calles, llenas de terrazas aunque vacías a causa de la lluvia:



Encontramos, de pura casualidad, el Museo Municipale, y decidimos entrar a visitarlo. Aquí vimos arte etrusco y fenicio, entre otros.



Y, por fin, terminamos el recorrido en el Teatro Massimo. Este lugar es el mayor de los teatros de ópera de Italia y el tercero de Europa. Su nombre es un homenaje al rey de Italia Víctor Manuel II.


Aquí se nos hizo la hora de regreso. Emprendimos el camino hacia el puerto envueltos en una lluvia intermitente.

Pese a que Palermo es una ciudad con mucho patrimonio visitable (y bonito), a mi me dejó bastante indiferente. No sé, la encontré algo triste.  La isla tiene (así quiero creerlo) mucho más que ofrecer. Quizás en un futuro a medio plazo...


¡En breve, la siguiente y última escala de mis Vacaciones en el Mar!

Mil besos.

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Brownies. (sin gluten, sin huevos, sin lácteos).

¿A que no me equivoco si digo que a todos nos gustan los brownies?



Lo malo es que no siempre podemos disfrutarlos. Ahí tengo yo a mi sobrinita celíaca, por ejemplo. Qué ganas tenía de probar una receta que saliera rica y sin harina ni preparados especiales. Y resulta que encontré esta receta en un recetario (valga la redundancia) vegano. No llevaba huevos, claro está, y pensé que podría sustituir también la harina por la mezcla que usé en esta tarta de manzana.



No sabe igual que el tradicional, aviso. Es diferente pero igual de rico. Tiene una textura un pelín gomosa, pero en absoluto desagradable. Y como estoy en plan "haz dulces pero que no lleven muchos huevos", que ya tomamos bastantes en nuestro día a día, este capricho me ha parecido genial.

Lo repetiré varias veces, seguro. Yo lo he probado sin aderezos para comprobar el resultado, que está rico de narices, aviso. Pronto caerán recetas con frutos secos y otros aglutinantes, que en la variedad está el gusto.

Es importante reseñar que mejora y mucho con una noche de reposo en la nevera. La textura se asienta y los sabores se intensifican.



Y lo mejor: sencilla como ella sola. Y lo más mejor, apta casi para todo el mundo.

Lo bueno que tienen estas recetas de origen anglosajón es que suelen medirse en tazas. 1 taza: 2 envases de yogur (más o menos, yo las calculo así y me quedan de fábula).

¿Queréis la receta?

Tiempo: 40 minutos.

Ingredientes (unas cuatro raciones, o más, según lo tragaldabas que seamos):

-1 taza de compota de manzana. Yo usé una bio de la herboristería, sin azúcar añadido.
-1/2 taza de azúcar.
-1/3 de taza de almendra molida.
-1/3 de taza de maicena.
-1/3 de taza de harina de arroz.
-1/3 de taza de cacao puro en polvo, yo usé Valor.
-1 chorrito de vainilla, yo de Vahiné.
-2 cucharaditas de café de levadura en polvo (mirad que sea sin gluten).
-1/2 cucharadita de café de bicarbonato.
-1 pellizco de sal.
-1 pelin de aceite de girasol para engrasar el molde.
-Azúcar glas para el toque final.

Primero, encendemos el horno a 175º.

Mezclamos en un bol la compota, el azúcar y la vainilla, reservamos.

En otro bol, mezclamos la almendra, la maicena, la harina de arroz, la levadura, el bicarbonato, la sal y el cacao. Hay que mezclar muy bien con varillas para que no queden grumos de harinas, tiene que quedar muy bien integrado.

Vertemos la mezcla de la compota en las harinas y mezclamos perfectamente.

Con el aceite, pincelamos el molde que vayamos a usar, también lo espolvoreamos con una pizca de harina de arroz.

Vertemos la mezcla y horneamos unos 25 minutos. Comprobamos que el centro esté firme, si no es así dejamos cinco minutos más.

Sacamos del horno y desmoldamos cuanto esté tibio. Mejor si dejamos reposar en el frigo hasta el día siguiente. Cuando vayamos a servir, espolvoreamos de azúcar glas al gusto.

Voilá.

¡Espero que os haya gustado y que lo probéis, a mi me han encantado!

Mil besos, Mabel.
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Arroz Negro Con Allioli De Azafrán.

Bueno, bueno, cómo se ha pasado el mes... ¡ya llegó el #asaltablogs!



Este mes el anfitrión/asaltado/mangoneado ha sido Iván, de El Restaurante Imaginario. Tras echarle un ojo a sus recetas, a ver cual de ellas saqueaba sin remordimiento alguno, resultó que no tuve que buscar mucho. El, a su vez, había robado a Marisa (Thermofan), este suculento arroz. Aquí entraron en juego varios factores, a saber:

1-No tengo el arroz negro publicado, y es uno de nuestros favoritos.
2-No había mejor ocasión para utilizar la salmorreta que a su vez choricé yo a Marisa el pasado mes.
3-Ya se sabe aquello de "quien roba a un ladrón..."



Así que. aunque seguí cotilleando el suculento rincón de este chico, la decisión estaba tomada. Alea Acta Es, la suerte estaba echada...

Eso sí, yo elaboré el arroz a mi manera. No lo tuve en el horno, como sí hace Iván. No le puse pulpo, sino sepia. No le puse tomate, sino salmorreta. No le puse azafrán en hebra al allioli, sino en polvo. No hice el allioli en la turmix, sino a mano, en el mortero de mi abuela...



Una receta para repetir y recrearse. A nosotros en cuanto llega el buen tiempo, nos encanta el arroz negro y la fideuá. Son platos alegres como el sol de primavera.



Así que, sin más preámbulos, os cuento mi receta.

Tiempo: una hora.

Ingredientes (dos personas):

-1 vaso de 180 ml de arroz.
-3 vasos de 180 ml de caldo de pescado.
-4 sepias pequeñitas.
-4 cucharadas de salmorreta.
-4 sobrecitos de tinta de calamar.
-aove.
-2 dientes de ajo.
-1 yema de huevo.
-1 sobre de azafrán en polvo (Ducros).

Primero, ponemos en la paella un chorrito de aove. Picamos un diente de ajo muy menudito y lo echamos, a fuego medio. Cuando empiece a sofreír, añadimos la sepia troceada a cubos. Dejamos sofreír un poco.

Añadimos la salmorreta. dejamos que haga chup-chup un ratito. Añadimos el arroz y lo sofreímos un par de minutos, removiendo con una cuchara de madera para evitar que se pegue.

Vertemos el caldo caliente con la tinta diluida y salamos. Dejamos hacer unos 18 minutos a fuego medio.

Mientras, preparamos el allioli.

En un mortero, picamos un diente de ajo junto el contenido del sobre de azafrán y un pellizco de sal. Cuando esté hecho una pasta, añadimos la yema e integramos bien.

Vamos echando el aove en hilo sin dejar de mezclar con la mano del mortero. Importante echar de poco en poco, o se nos cortará. Continuar hasta que tengamos la cantidad que queramos de allioli.

Servimos con una cucharada de este rico aderezo en cada plato de arroz.

Espero que os haya gustado. ¡Me voy a ver al resto!

Mabel.
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Encuentro de Blogguers Gastronómicos en The Singular Kitchen en Valencia.

El pasado sábado 16 de abril tuve la suerte de ser invitada a un evento divertidísimo: Encuentro de Blogguers Gastronómicos, que tuvo lugar en las instalaciones de The Singular Kitchen (#EventosTSK, #BloguerosTSK) sitas en Catarroja, y organizado por Marisa de Thermofan y Rubén de TSK.





Resulta que una mañana me llama mi amiga Marisa, de Thermofan. Quienes participáis en el Asaltablogs la conoceréis porque ha sido la última en ser víctima de nuestras fechorías. Pues bien, Marisa en ese momento me comenta que si me gustaría acudir a una comida que íbamos a celebrar cortesía de la ya citada tienda de cocinas, mas un puñado de empresas patrocinadoras que se habían sumado al evento. ¡Me quedé de piedra! Que a un blog tan pequeñito como el mío y con tan poquita influencia se le ofrezca la oportunidad de asistir a una cosa así, es un honor sin parangón. Con esto he de añadir que no daré las gracias suficientes veces a mi querida profe, pero eso ella ya lo sabe.

Fuimos 22 los blogguers asistentes. Tuve en inmenso placer de conocer a gente estupenda y con mucha valía, de tener la oportunidad de poner cara a gente que ya conocía virtualmente, y de saludar a viejos amigos (Begoña, Mila, Fernando, daros por aludidos). El día fue muy intenso, ya que comenzó bien temprano, a las 08:45 en la puerta principal del Mercado Central de Valencia, para irnos a almorzar (quienes pudieron acudir, ya que algunos venían directamente al lugar del evento en el AVE). Paramos a pegar un bocado en el gastro-bar de Ricard Camarena, en pleno centro del mercado. Aquí ya habíamos roto el hielo, y la conversación era muy animada.


Tras unas risas y unos suculentos bocadillos, decidimos poner rumbo a las instalaciones de TSK, para ir poniéndonos en marcha. Había mucho que preparar  y mucho que cocinar. Al fin, fueron llegando todos al local.




Tras un divertido juego que se inventó Marisa, salieron dos grupos definidos para elaborar los platos fuertes del día:


Al fin, unas 40 manos metidas en faena, dieron forma a lo que fue el menú.

-Inma mostrándonos como había que preparar el arroz amb capetes de torero.
-El sabrosísimo pollo al aroma campestre que nos enseñó a elaborar Bego.
-Parte de los deliciosos panes que nos trajo Fernando.


-Los panes, frivolidades y dulces que trajo Fernando, al completo.
-La deliciosa mousse de naranjas valencianas que nos trajo Mila.
-El rico pastel ruso que nos trajo Teresa.


Y a los maridos que acudieron,también tuvieron que ensuciarse, ya que se les puso a exprimir naranjas para elaborar el agua de Valencia, receta de Bego.

Por si esto fuera poco, Miguel Hinojosa (La repostería de Miguel) nos deleitó con un showcooking. Preparó un delicioso bundt cake de vino y frambuesas. Como pinche, su hija Victoria, una niña encantadora que se implicó en la comida como un adulto más.



Yo contribuí al ágape con una mistelita de mi pueblo. Es especial ya que está envejecida, y hasta el nombre es sugerente: Mil Besos. Más info aquí.





La velada transcurrió, entre risas y copas de vino. Yo llegué a las siete de la tarde a mi casa... fue un día estupendo y lo pasamos genial.

Estos son todos los que acudimos al evento:



Madrid
Ana, Migas en la mesa  
Andrea, Jazmín y canela  
Carmen, Rezetas de Carmen  
Mar, La cocina de Mar  
Marga, Acibechería  
Rosalía, Rossgastronómica  
Sofía Aurora, Mil ideas, mil proyectos 
Sofía Aurora, Mil ideas, mil proyectos 
Teresa, Casa Tere  
Pontevedra  Milia, Cousas de Milia    
Barcelona Miguel, La repostería de Miguel  
Valencia
Mila, Milicocinillas    



¡Y por supuesto Marisa, la gran organizadora de este gran evento!




Los patrocinadores y sus obsequios fueron los siguientes:



-Naranjas Julián. Una malla de naranjas.


-Bodegas Vegamar.. Una botella de vino monovarietal garnacha.


-Pollos Planes.. Un bote de tomate frito casero y un bote de albóndigas en salsa de tomate.


-Especias Antonio Catalán. Un bote de canela y un bote de curry de Madrás.


-Cremas de vinagre balsámico Sibari. Dos cremas balsámicas, a mi me tocó la de chocolate negro y la de Pedro Ximénez (ambas exquisitas).


-Productos Iswari. Un sobre de sustituto de comida rico en proteínas, un sobre de maca, un sobre de clorela (éste último me va a venir genial para mis green smoothies).


-, Arroces Dacsa. Un kilo de arroz, un delantal y una cuchara de madera.


-y Horno Pastelería Casani. Nos surtió de una gran variedad de panes, tanto dulces como salados; varios productos de repostería y un surtido de frivolidades que no duró ni mientras lo desembalaban. Todo delicioso.

Una gran experiencia muy enriquecedora. Desde aquí dar las gracias a quienes habéis hecho esto posible: Marisa y Rubén de TSK.

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Alcachofas En Aceite (con limón y clavo).

Estamos en plena temporada de alcachofas.



Cuando te aparecen con un bolsón de alcachofas puedes hacer tres cosas: o te las comes todas enseguida (lo que supone un problema siendo dos en casa), o las regalas a tu vez (no está el horno para bollos) o haces conserva con parte del cargamento.



Yo he optado por lo tercero. Me encantan las alcachofas, pero a mi lo de comer todos los días lo mismo como que no. Y no digamos mi costilla, que más delicado no puede ser. Eso sí, dale patatas fritas a diario que verás como no se queja. A ver, que cuando no hay más donde elegir es comprensible (y necesario), pero viviendo en el campo y con la variedad de verduras que tenemos, no hay excusa.



Si no os gusta el clavo, suprimidlo. Mis comensales (léase mi suegro e hijo), las encontraron algo fuertes de sabor. Pero no dejaron ni una en el plato. Pôr cierto, son ideales para preparar esta quiché.

Una tarde de enredo pero bien valen la pena. Y ya de paso, con esta receta participo (in extremis) en el reto de Marisa y de Rosalía, Reciclando Sabores.



Ingredientes (para 4 botes de 330 ml):

-16 alcachofas bien frescas y firmes.
-2 limones.
-1 vaso de 200 ml de AOVE.
-1 vaso de 200 ml de vinagre de vino.
-clavos de especia.
-1 cucharada de sal.
-4 botes de cristal de 330 ml con sus tapas, que cierren bien.

Primero, hervimos los botes con sus tapas, unos cinco minutos. Sacamos del agua, ponemos en una superficie limpia y dejamos enfriar.

En un bol bien grande, lleno de agua, colocamos el zumo de un limón y sus cáscaras troceadas. Pelamos las alcachofas hasta dejar el corazón bien limpio, troceamos en cuartos y vamos depositando en el agua con limón, para evitar que ennegrezcan. Seguimos hasta tener troceadas las 16 alcachofas.

En una olla ponemos el aceite, el vinagre, 200 ml de agua, la sal,  el otro limón a trocitos con su cáscara y los corazones escurridos. Llevamos a ebullición durante dos minutos. Apagamos el fuego y dejamos templar en la misma olla.

Llenamos los botes hasta el borde. Cerramos bien. Colocamos un paño de cocina en el fondo de una olla (para evitar que los botes se rompan durante el hervido). Colocamos los botes y llenamos de agua hasta cubrir los botes por encima. Necesitaremos una olla alta, yo uso la exprés. Ponemos al fuego y hervimos 20 minutos.

Sacamos del fuego y dejamos enfriar. A partir del siguiente día se pueden consumir, durarán meses si los conservamos en un sitio oscuro y fresco.

Espero que os haya gustado.

Mabel.


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Sponge Cake (Pandispan Pufos).

Hoy os traigo una receta de ésas que a mí me gustan: buena, bonita y barata.

Las chicas de Resposteras por Europa nos llevan este mes a Rumanía. Como yo necesitaba una receta fácil y asequible, cuando vi esta propuesta no me lo pensé. El bizcocho esponja es muy típico en Rumanía, y de hecho la receta la encontré en un blog de cocina típica de allí. Así que me puse a ello sin demora.



El Sponge Cake o bizcocho esponja no lo había hecho nunca y me apetecía un montón probar. Pero en esta receta encima lo vi combinado con chocolate, estilo cebra, e intenté emularlo. No sé muy bien qué falló, pero mi masa resultó bastante más densa de lo deseable y me salió un bizcocho en dos colores, pero precioso igualmente.



La textura es tan delicada... y encima no lleva levadura ni ningún tipo de impulsor. Sólo resaltar que en la receta original decía que se horneaba en 30-35 min, y a mí me tardó cerca de 55. Por lo demás, totalmente recomendable.



También lleva en la receta original un poco de ron, que yo no le puse. Lo que sí le puse es una buena cantidad de azúcar glas por encima. Y mis invitados quedaron prendados del bizcocho. Es etéreo y ligero, se come sin sentir.



Tiempo: Algo más de una hora.

Ingredientes:

-4 huevos L.
-240 gr de azúcar.
-150 gr de harina.
-4 cucharadas soperas de aceite de girasol.
-1 pizca de sal.
-1 cucharadita de extracto de vainilla (Yo uso la de Vahiné, le echo un chorrito).
-2 cucharadas de cacao en polvo Valor.
-azúcar glas para espolvorear.
-papel de horno.

Primero encendemos el horno a 180º.

Con un pincel, engrasamos ligeramente un molde de cake y lo forramos con papel de horno, así se quedará pegado todo el papel al molde. Reservamos.

Montamos las claras a punto de nieve con la pizca de sal. Cuando van cogiendo cuerpo, vamos añadiendo poco a poco la mitad del azúcar. Dejamos bien firmes. Al final añadimos el chorrito de vainilla. Reservamos.

Batimos las yemas con el aceite y el resto del azúcar. Cuando estén cremosas, añadimos la harina cernida (con ayuda de un colador) e integramos bien.

Mezclamos con cuidado la mezcla de yemas con las claras hasta que esté todo bien integrado.

Dividimos la mezcla, a una de las mitades añadimos el cacao e integramos bien.

En el molde preparado, echamos un poco de mezcla blanca, encima un poco de la de chocolate, encima de blanca y así sucesivamente, terminando por la crema blanca.

Horneamos hasta que esté el centro hinchado. A partir del minuto 30 vamos comprobando con un palillo, ha de salir limpio.

Cuando esté frío, decoramos con azúcar glas.

Sencillo, delicioso y efectista.

Espero que os haya gustado.

Mabel.


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Chop Suey de Ternera.

Ya os dije que me encantaba la comida china. También os dije que poco a poco veríais recetas por aquí. La de hoy es una de ellas.

Por cierto, este pañito es de herencia familiar. bordado, en las clases de costura que impartían las monjas, por mi querida tía Pepa.


No sé como nunca lo había probado a hacer, bueno como muchos otros platos. El chop suey puede traducirse así como "mezcla de restos", y aunque hay varias versiones de su historia, más o menos todas vienen a contar que un día algún noble chino se encontró con visitantes inesperados, y tuvo que mandar a sus cocineros improvisar un plato para agasajarlos. Como resultado salió este plato denominado así. Y los ingredientes pueden ser diferentes: verduras, tallarines, habas mung (lo que conocemos como los brotes de soja germinados), etc. Y el ingrediente principal puede ser pollo, ternera, gambas o cerdo. Siempre aderezado todo con salsa de soja y jengibre.



El caso es que el otro día hice unos contundentes ossobucos de ternera guisados. Tan hermosos eran, que me sobró casi una rodaja, ya que mi marido me dijo que era demasiado. Y claro, yo no quería utilizar esa sabrosa carne en unas croquetas o un picadillo. Y la congelé esperando a las musas.

Por casualidad encontré esta receta, y no me lo pensé. Además tenía un poco de aceite de oliva condimentado con soja y jengibre que me regalaron y aún me queda algo, y para esta receta es perfecto. De forma que hemos aprovechado todo al máximo.



Ideal para servir con arroz blanco cocido, pero con unas patatas fritas estará igual de rico, ¿que no? jajaja.

Con esta receta, participo en el reto de mi amiga Marisa y de Rosalía, Reciclando Sabores. Pinchad aquí para ver el resto de las propuestas de este mes.



Tiempo: 30 min.

Ingredientes (para dos personas):

-Un trozo de ternera ya guisada y sobrante de otras preparaciones. También podemos sustituirla por pechuga de pollo si no tenemos sobras.
-1 puñado de brotes de soja germinados.
-3 champiñones hermosos.
-1/2 cebolla.
-Aceite de oliva aromatizado con soja y jengibre. Si no tenemos, un chorrito de aceite, otro de salsa de soja y un pellizco de jengibre en polvo o rallado.
-Aceite de girasol, para sofreír.
-Maicena, un poco de azúcar moreno, sal.

En una sartén profunda o wok, ponemos un chorrito de aceite de girasol. Cuando esté caliente, salteamos ligeramente la carne limpia de grasas y cortada en dados. Retiramos la carne y reservamos.

Salteamos la cebolla cortada en tiras. Pasados unos minutos, añadimos los champiñones a rodajitas y los brotes de soja y salamos ligeramente. Dejamos hacer a fuego medio-bajo unos cinco minutos.

En un bol, ponemos un vasito de agua, el aceite aromatizado, una cucharadita de café de maicena, otra de azúcar y un pellizco de sal. Pasados los cinco minutos de cocción de las verduras, añadimos esta salsa y dejamos cocer diez minutos más a fuego medio.

Apagamos el fuego, dejamos reposar unos minutos y a devorar. Podemos preparar con antelación ya que mejora con el reposo.

Espero que os haya gustado.

Mabel.
6

Coca de Cherrys y Anchoas. Reto Cooking The Chef.

Una vez más llega el reto Cooking The Chef, en el cual un grupo de bloggers emulamos una receta de un conocido chef que se ha elegido de antemano para tal fin. El chef de este mes ha sido, ni más ni menos, que la genial Carme Ruscadella.



Ha sido todo un desafío intentar elaborar alguna de sus recetas, ya que esta mujer es una especie de maga de los ingredientes, y sus platos parecen sacados de otras dimensiones. Juega como nadie con las texturas, los colores y las presentaciones, y sus recetas tienen siempre un aspecto un tanto onírico.

Me costó mucho decidirme por una, por una receta que estuviera a mi alcance, claro. Pero en el espacio que tiene Carme en el Periódico Dominical encontré esta elaboración. Mucho me temo que la he adaptado a mis gustos y recursos, ya que no estamos en tiempo de cerezas, pero ¡qué no son los tomates cherry sino cerezas?



Y como nos encantan las anchoas, decidí sustituir por éstas las sardinas que nos propone la receta. Pero esa salsa Jurvert... aquí si que me he liado la manta al cuello y he elaborado algo muchísimo más sencillo. Pero el espíritu está ahí. Se palpa, se saborea, y la coca en cuestión ha resultado un éxito rotundo en mi casa.

Espero que me perdonen tales licencias... pero he creado mi propia receta. Tan modificada está, pero creo que como ha gustado tanto, la repetiré muy a menudo.



Aquí tenéis mi receta.

Ingredientes (para 8 raciones):

-150 cc de cerveza muy fría.
-120 cc de AOVE.
-1 cucharadita de sal.
-la harina que admita,

Salsa jurvert (mi versión):

-2 dientes de ajo pelados.
-una rama abundante de perejil.
-1 puñado de almendras.
-sal.
-orégano seco.
-AOVE.

Relleno:

-2 latas de anchoas en aceite de oliva.
-16 tomates cherry, de los de pera.

Primero elaboramos la pasta de la coca. Ponemos la cerveza y el aceite en un bol. Añadimos la sal y vamos añadiendo poco a poco la harina. Terminamos amasando a mano, tiene que quedar una masa elástica y que no se pegue a las manos.

En una bandeja de horno forrada de papel de hornear, estiramos la masa. Con un cuchillo marcamos las ocho porciones, así será más fácil trocear después de horneada. Horneamos la masa así dispuesta a 180º hasta que esté dorada por los bordes. Sacamos y dejamos enfriar.

Mientras hacemos la salsa: en un mortero majamos los ajos con un pellizco de sal y el perejil hasta que esté bien deshecho todo. Añadimos el orégano al gusto y las almendras. Majamos hasta que esté reducido a una pasta y ligamos con aceite de oliva hasta que quede una salsa untable.

Una vez fría la masa, untamos las porciones con la salsa y colocamos dos cherrys por la mitad y tres anchoas por ración. Adornamos con el perejil.

¿Os gusta?

Mil besos a todos.
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