Platos fríos

Platos fríos
Platos fríos

Helados y polos

Helados y polos
Helados y polos

Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

Hamburguesas Con Salsa de Champiñones.

¡Me encantan las hamburguesas!



Hoy os traigo un acompañamiento que no son la típicas patatas fritas. Las he preparado con una salsa deliciosa y que invita a mojar pan. O no. Igual te las puedes tomar con el típico pan de hamburguesa, o incluso en sandwich.


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Pasta Fresca con Salsa de Portobellos y Queso Danablu.

Hacía tiempo que no os traía una receta de pasta.



Y aún digo más: hacía tiempo que no os traía una receta con queso. Esta semana tengo que comer sola, y eso, lejos de ser un inconveniente, me inspira para probar platos nuevos que mi costilla no aprobaría ¿os he contado que no le gusta el queso, verdad?

Resulta que llevo algunas semanas en tratamiento dental, ya que mi dentadura necesitaba una puesta al día (llevaba años sin ir, ya que gozo de buena salud dental pero era necesaria una revisión integral), y aprovecho para ir de compritas cuando salgo de la clínica, que esto de vivir en el campo mola pero estás bastante aislada. Así que los martes son mi día de fiesta, aunque la visión de unas pinzas dentro de la boca no sea precisamente un placer para la mayoría, a mi me resulta casi como una sesión de belleza.

A lo que vamos. Ayer, saliendo del dentista, aproveché para darme un garbeo por el Carrefour. Y una vez allí, me fui instintivamente a la sección de quesos de importación. Me encantan. Y quiso la providencia que mi mirada se fijase en este queso en concreto, que además tiene un precio muy decente (no como la mayoría de los quesos que captan mi atención, que su precio suele ser elevado).



El Danablu es un queso danés de leche de vaca con indicación geográfica protegida. Está elaborado con productos totalmente naturales, sin ningún tipo de aditivos. Surgió como una copia del queso Roquefort, pero lo que consiguieron es un queso mucho más suave, pero con personalidad propia. Su sabor es intenso, algo salado, y muy cremoso.

Ha sido un descubrimiento. Me ha gustado mucho, ya que es más suave que los quesos azules que he probado.Y funde estupendamente.

La cuestión es que tenía portobellos en la nevera, con intención de preparar otra cosita, pero cuando vi este queso los vi enseguida combinados. La verdad es que casan genial. Y la pasta fresca,  puedes utilizar la que quieras; yo esta vez han sido unos raviolis de ricotta y espinacas, pero unos tagliatelle o tallarines tampoco quedarían nada mal. Esta salsa se queda en mi colección.

Tiempo: 15 min.

Ingredientes (para 2 personas):

-250 gr de raviolis frescos rellenos de ricotta y espinacas.
-12 portobellos de buen tamaño.
-100 gr de queso Danablu.
-120 ml de nata para cocinar.
-perejil picado.
-aceite de oliva virgen extra y sal.

Primero ponemos a hervir una olla con abundante agua salada. Mientras rompe el hervor, salteamos los portobelllos troceaditos en un chorro de aceite de oliva. Salamos ligeramente, dejamos evaporar el caldo que desprenden, apagamos el fuego y reservamos.

Cuando el agua hierva, vertemos la pasta y dejamos hervir alegremente durante 5-6 min.

Mientras, agregarmos el queso desmenuzado a los portobellos, regamos con la nata y ponemos a fuego lento, removiendo de cuando en cuando con una cuchara de madera.

Una vez lista la pasta, escurrimos. Depositamos en platos,

Subimos el fuego de la salsa, hasta que espese a nuestro gusto (esto se hará rápidamente, en un minuto a fuego fuerte alcanza el punto). Vetemos de inmediato sobre la pasta.

Espolvoreamos de perejil picado y servimos enseguida.

Una delicia y bien rápida y sencilla, ¿no os parece?.

Mabel.
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Etiquetas Imprimibles para Cosmética Casera.

Hoy os traigo unas etiquetas muy molonas.

Si a ti, como a mi, te gusta fabricarte algunos de tus cosméticos, te encontrarás con el problema de unos tarros insulsos, la mayoría de veces sin etiquetar o con un garabato de rotulador permanente en el frasco, y sin saber muy bien cuánto tiempo los tienes preparados.

Hacía tiempo que tenía ganas de compartir algún recurso para etiquetar correctamente (y de forma bonita) este tipo de conservas. No es que no compre cosméticos, ni mucho menos, pero hay algunas cositas que me gusta hacerlas en casa, porque funcionan, porque son  naturales y porque me disfruto preparándolas. En la etiqueta La Rebotica encontraréis algunas de las recetas que son de uso frecuente en mi casa.

Estas dos opciones me encantan. No sólo son preciosas, sino que son personalizables, Puedes cambiar los títulos adecuándolos a lo que más te convenga. Y las tienes en diferentes tamaños, lo que las hace aún más prácticas.

He elegido estas dos también porque las webs de origen no nos piden apuntarnos a la newsletter ni te piden contraseñas. Tienen más modelos y muy chulos, pero ya no son de uso libre o te piden membresía. Las descargamos fácilmente y sin apuntarnos a nada.

En blanco y negro.

Desde el blog de Lia Griffith nos llegan estas etiquetas de estilo francés. En realidad son de color amarillo paja, pero muy simples y elegantes. Me gustan hasta las fuentes que utilizan. Como he dicho, puedes cambiar los títulos a tu conveniencia.



Pincha aquí para descargar.



Románticas y floreadas.

Un modelo muy primaveral y con varias opciones que nos ofrecen desde World Label. Bonito a más no poder, También dispone de varios tamaños para ajustarlos a tus necesidades.



Pincha aquí para descargar.

¿Qué os han parecido? A mi me encantan todas. Y tu, ¿también fabricas tus propios cosméticos? Poco a poco os iré subiendo potingues que suelo utilizar y que me funcionan estupendamente.

Mabel.


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Bundt Cake de Dulce de Leche.

¿Quién pone el café? Al dulce invito yo...



He tenido un ataque de fiebre bundtcakera. Tenía ganas de hornear y volver a probar mi nuevo molde, que estaba un poco abandonado en el fondo del armario. Y este ha sido el resultado: un bizcocho jugoso, de miga densa y con sabor a toffee.



He utilizado el Dulce de Leche Chimbote que venía en la Degustabox de enero. Le di  mil vueltas, a como utilizarlo en su totalidad para no tener la tentación de meter el dedo en el bote... este dulce es muy muy goloso. La receta es de Magnolia Days, y podéis encontrarla aquí. Esta vez he seguido fielmente las instrucciones, excepto los chips de toffee que no los he encontrado (y sinceramente, creo que no los necesita). El bundt resulta muy jugoso y delicioso.



Ha hecho un tiempo algo desapacible, y el fresquete invitaba a hornear. Yo, como no puedo comérmelo entero, he congelado la mitad cortado en rebanadas, para disfrutarlo en ocasiones venideras, junto al café del desayuno. Aunque aguanta dos días en perfecto estado...



Aunque no tomo leche de vaca en el desayuno, de vez en cuando es bueno darse un homenaje y saltarse las reglas. No conviene abusar ya que es bastante calórico, pero lo dicho, un día es un día. Por cierto, si quieres hacer el dulce de leche casero, mira aquí. Y el buttermilk, simplemente pones la leche (yo uso semi) con un chorrito de zumo de limòn y la dejas reposar diez minutos, verás que se corta y estará lista para usar.

Si tu también quieres disfrutar de tu primera Degustabox a un precio especial. entra en la página y utliliza mi código: MARIAI-9AD9.

Tiempo: 90 min + el tiempo de enfriado.

Ingredientes (para un molde de 12 tazas):

La medida de una taza: 250 ml.

-3 tazas de harina de repostería.
-2 cucharaditas de levadura química.
-1/2 cucharadita de bicarbonato.
-1 pellizco de sal.
-4 huevos L.
-1 taza de mantequilla en pomada (a temperatura ambiente).
-1 taza de azúcar moreno
-1 taza de dulce de leche.
-1 taza de buttermilk.
-2 cucharaditas de extracto de vainilla.
-azúcar glas para decorar.

Encendemos el horno a 170º.

Engrasamos con un poco de mantequilla un molde de bundt, insistiendo en las aristas;  yo utilizo el spray desmoldante y va genial.

Tamizamos juntas la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal, reservamos.

En otro bol, batimos la mantequilla con el azúcar con las varillas eléctricas hasta que espumee y doble su volúmen. Añadimos los huevos de uno en uno, no incorporando el siguiente hasta que el primero no esté bien mezclado. NO sobrebatir la mezcla.

Añadimos la mezcla de harina en tres veces, alternándola con el buttermilk que lo incorporaremos en dos veces, y mezclar lo justo para que los elementos se integren.

Verter en el molde y hornear por 55-60 minutos, o hasta que un palillo pinchado en el centro salga limpio.

Esperar 10 minutos y volcar sobre una rejilla. OJO: si el molde no es de Nordic Ware, esperar hasta que se enfríe por completo antes de desmoldar.

Una vez frío, espolvorear de azúcar glas.

¡Una delicia, prometido!



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Carrilladas a la Sidra.

Que me gustan a mi las carrilladas con una buena salsa...


Las carrilladas son un bocado delicioso. Tierno y jugoso, se deshace en la boca. Cuando tienes en casa a un abuelo y a un marido en pleno tratamiento dental, lo que necesitas son platos que resulten suaves y fáciles de masticar, y esta carne queda perfecta.

La salsa de sidra ya la utilizaba yo hace mil para preparar el ossobuco de ternera. Pero este corte no es fácil de encontrar ahora, y necesita de una cocción muy prolongada. Se me ocurrió preparar las carrilladas de esta guisa, y han quedado deliciosas.



He utilizado la sidra Maeloc que venía en mi Degustabox de enero. Es una sidra ecológica de manzanas gallegas, y elaborada de forma tradicional sin adición de azúcares. Esta riquísima servida bien fresquita.

Si quieres probar tu primera caja a un precio especial, utiliza mi código MARIAI-9AD9, entrando en la página Degustabox.

Este plato mejora mucho con un tiempo de reposo, tras apagar el fuego, sin abrir la olla hasta que se enfríe (mínimo 3 horas), y si lo preparas la víspera aún mejor.

Tiempo: 1 hora y 15 min.

Ingredientes (4 raciones):

-8 carrilleras de cerdo.
-1/2 cebolla grande.
-1 manzana.
-300 cc de sidra.
-aceite de oliva virgen extra.
-un chorrito de crema de balsámico.
-perejil picado.

Ponemos en la olla rápida un chorro de aceite, sofreímos la cebolla picada y, cuando esté translúcida, añadimos la manzana cortada a gajos finos y dejamos dos minutos que se haga.

Añadimos la carne, cubrimos con la sidra y ponemos un chorro de crema de balsámico. Salamos y cerramos la olla. Dejamos 45 minutos desde que empiece a silbar, bajando el fuego al mínimo.

Abrimos la olla, sacamos la carne y ponemos la salsa con el fuego al máximo, sin parar de remover, hasta que espese y oscurezca.

Servimos dos trozos por ración regados con la salsa.

A disfrutar.


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Arroz de la Abuela (con puntilla y salmonetes).

A un buen arroz no hay quien se resista...



Soy valenciana y, por ende, arrocera. Me gustan los arroces de cualquier forma, y aunque me ha costado lo mío que me queden ricos, cuando hago un arroz en paella con pescado, en casa es una fiesta.

Hoy os traigo un arroz con productos sencillos y pocos ingredientes. El único secreto que tiene este arroz es un buen sofrito y el azafrán de hebra, porque por lo demás se hace prácticamente solo. El nombre "de la Abuela" no se lo he puesto yo, sino que he rescatado este plato de un recetario de cocina mediterránea publicado hace algún tiempo y que mi hermana tuvo a bien regalarme.



Esta receta de arroz es del restaurante Casa Jaime, en Peñíscola. En origen este arroz se cuece en el horno, pero yo lo he preparado en el fuego convencional. Y. sea o no de la abuela, es deliciosa y muy sencilla. En casa nos ha gustado muchísimo.



Es un arroz meloso, aunque ha de servirse de inmediato. Yo me entretuve un poco sacando fotos y lo que conseguí es que absorbiera todo el caldo. Delicioso de cualquier forma.

Tiempo: 45 minutos.

Ingredientes (4 raciones):

-350 gr de arroz Bomba.
-500 gr de puntilla de calamar, fresca y limpia.
-2 salmonetes, en filetes.
-100 cc de aceite de oliva virgen extra.
-1 litro de caldo de pescado (yo usé uno preparado de buena calidad).
-1 sobrecito de hebras de azafrán.
-1 cucharadita de pimentón de la Vera.
-100 cc de tomate frito ya preparado.
-1 diente de ajo, picado.
-perejil picado.

Poner en la paella el aceite y calentar. Sofreír los calamarcitos hasta que empiecen a dorarse. Luego añadir el ajo y el azafrán. dar unas vueltas y añadir el pimentón y el tomate frito. Dejar un minuto.

Verter el caldo, rectificar de sal y llevar a ebullición. Cuando empiece a borbotear, añadir el arroz y dejar cocer a fuego medio 10 minutos, luego bajamos el fuego al mínimo y colocamos los filetes de salmonete encima. Dejamos hacer 10 minutos más.

Cubrimos la paella y apagamos el fuego. Espolvoreamos el perejil por encima. Dejamos reposar cinco minutos.

Servimos con un filete de salmonete por ración; degustamos.

Sencillo y súper rico. Ya me contaréis...

Mabel.
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Crema de Zanahoria y Coco.

Que me gusta a mi una crema de verduras para la cena...



Voy probando nuevos sabores. Las zanahorias me encantan tanto crudas como ralladas o en el sofrito que uso de base para mis guisos. Y la verdad es que aunque tengo ya una crema de zanahorias muy parecida (ver aquí), la combinación de sabores que os traigo hoy me despertó la curiosidad... además de que voy incorporando el aceite de coco en algunas elaboraciones. En recetas dulces ya le había cogido el punto, pero con las saladas no me había atrevido aún.




El resultado es interesante. Además ese frosting de crema de coco es una agradable sorpresa: lo veo incluso sobre unas patatas asadas con hierbas o como aderezo de un plato de pasta. Iremos probando.



Todavía nos quedan muchas noches de frío, y un plato como éste siempre es bienvenido. Además es sin lactosa y completamente vegano, e incluso sin gluten si los corruscos de pan los ponemos adecuados para esta intolerancia (estos desde luego no lo son, sí contienen gluten). Y siempre es agradable encontrar una receta con ese toque dulce, casi asiático, que siempre aporta el coco.



Tiempo: 40 min.

Ingredientes (para 3-4 raciones):

-500 gr de zanahorias tiernas.
-1 patata mediana.
-750 cc de caldo de verduras, mejor casero.
-3 cucharadas soperas de coco rallado.
-125 cc de leche de soja.
-1 cucharada de postre de aceite de coco.
-unas hojitas de perejil fresco.
-unos curruscos de pan, yo elegi estos al pesto de Fresh Gourmet.

Ponemos el coco con la leche en el vaso de la batidora. Reservamos.

Troceamos las zanahorias y la patata en trozos regulares. Ponemos en una olla junto al perejil y el aceite de coco y cubrimos con el caldo de verduras. Cocemos a fuego bajo 30 min.

Una vez cocido, trituramos a conciencia con la batidora de mano. Rectificamos de sal.

Limpiamos la mano de la batidora y la introducimos en el vaso con la leche y el coco. Batimos sin mover la batidora un minuto, o hasta que la salsa emulsione ligeramente.

Servimos la crema con una cucharada de la salsa de coco y curruscos de pan al gusto.

No os quejaréis de opciones de cremas de verduras, pronto caerá alguna más.

Mabel.

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Pastel Crudivegano de Chocolate y Plátano.

¿Quien quiere un cachito de pastel?



Bueno, vale. Lo compartiré... aunque la verdad cuando lo he probado me ha sorprendido lo ligero que resulta ¡y lo sabroso que es! Y sin cocción. A ver quién da más.



Os habréis dado cuenta de que mis dulces últimamente son de todo menos normales. Y es que tengo un problema: son tan tan golosa que no puedo pasar sin tomar dulce mucho tiempo. Los dulces industriales no son una opción, están llenos de calorías vacías y de sustancias que no termino de catalogar. La solución pasa por cambiar de hábitos, y la repostería vegana me parece una estupenda elección. Aquí encontré esta receta, que he adaptado a mi gusto.



Claro que tomo huevos, lo que no tomo es leche de vaca (nos provoca estreñimiento), al menos no si no ha fermentado, por eso sí la tomo en forma de yogur y quesos. Y me encanta el pescado. Y la carne igual, aunque casi siempre pollo y en ocasiones magro de cerdo y hamburguesas de ternera que prepara mi carnicero (deliciosas por cierto, por eso no las hago yo). Pero dado que los dulces representan una parte importante de mi dieta, lo menos que puedo hacer es que estos sean lo más saludables (y deliciosos, claro) posible.



Así que ahora, salvo algún pastel que vaya a compartir con mucha gente, este será el tipo de postres que vais a encontrar por aquí. Ya que vamos a caer en la gula, al menos que no tengamos remordimientos de conciencia. Un aviso: aquí calorías hay unas cuantas, pero son grasas saludables y está llenito de fibra. Yo no le he endulzado porque ya me voy acostumbrando a endulzar de forma natural, y los dátiles cumplen su cometido. Pero supongo que siempre se podrá añadir al gusto un chorrito de miel (aunque ya no sería vegano), azúcar moreno o cualquier otro tipo de endulzante,

He utilizado para el topping el sirope de chocolate Mary Lee que venía en mi Degustabox de diciembre. Si quieres conseguir tu primera caja a un precio especial, utiliza mi código:
 MARIAI-9AD9 entrando aquí.

Conviene preparar de víspera.

Ingredientes (para 4 raciones):

Para la base:

-1 taza (250ml) de dátiles remojados previamente en agua tibia y bien escurridos.
-1 taza (250ml) de nueces.
-1/4 taza (65ml) de copos de avena.
-2 cucharadas soperas rasas de cacao puro en polvo (por ej Valor).

Para el relleno:

-2 plátanos maduritos.
-1 puñadito de pasas.
-el zumo de 1/2 limón.

Topping:

-1 plátano.
-frutos secos al gusto (yo he puesto un poco de almendra fileteada).
-sirope de chocolate.

Trituramos en el robot las nueces, el cacao y la avena, hasta dejarlas casi harina. Volcamos en un bol grande y reservamos.

Trituramos los dátiles troceados hasta que queden lo más deshechos posible. Vertemos los dátiles sobre la mezcla de las nueces y vamos mezclando bien hasta integrar todo.

Ponemos una lámina de papel de hornear cortada del tamaño del fondo de un molde desmontable que no sea muy grande, y acomodamos la mezcla dejándola de un grosor más o menos igual por todo el fondo. Tapamos y llevamos a la nevera una hora.

Para el relleno, trituramos los plátanos con el zumo de limón y las pasas en el robot (no en la batidora, o quedará líquido), hasta que quede una mezcla cremosa y con las pasas a trocitos pequeños. Las pasas ayudan a que la crema tenga consistencia, no temáis que no queda líquida.

Sacamos la base de la nevera y la cubrimos con el relleno. Tapamos bien y dejamos hasta el día siguiente.

Para servir, cortamos el plátano en rodajas super finas y repartimos sobre el pastel, terminando de decorar con los frutos secos al gusto y el sirope.

Yo he sacado cuatro raciones, y queda muy suave y está deliciosa y es muy fácil...

Mabel.

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Banana Bread Mug Cake.

Hoy os traigo el desayuno.



Me encantan los plátanos. De cualquier forma. En macedonia, en bizcochos, con chocolate, en bocadillo, solos. Y de la forma que os enseño hoy, también. Pero empecemos por el principio.

Resulta que mi suegro se nos constipó, pero como tiene bronquitis crónica, necesita estar vigilado para que no se fatigue, me explico: vive sólo, y no para quieto un momento. Aquí es cuando entra en acción el Guardián de la Galaxia Mabel: encerradito a cal y canto hasta nueva orden.



Hete aquí que al cabo de diez días está como nuevo, y decidimos ir a su casa a hacer limpieza de cocina, que se quedó como se quedó cuando se vino a casa. Tras desechos varios, rescato unas acelgas, un paquete de anchoas en aceite de oliva y un par de plátanos demasiado maduros (que él insistía en tirar a la basura).

Pues no, las acelgas me las tomé yo anoche rehogadas, y los plátanos estaban en perfecto estado como podéis ver. Pero como no puedo preparar grandes dulces ya que nadie se los come, se me encendió la bombillita y encontré, tras no rebuscar demasiado, esta recetilla.



No lleva huevo, ni harina de trigo. La original es sin gluten, y utiliza harina de coco, que no es demasiado conocida por aquí y tiene un precio desorbitado. Sin embargo, lo de la mantequilla de nuez me recordó al aceite de coco y me vino genial porque tenía medio bote muerto de risa en la nevera, y de paso lo voy gastando. Además, he añadido un punto de canela, que no lleva la receta original. Y la harina que he usado ha sido la de avena, que me encanta y es súper digestiva.

Es preferible consumirlo bien frío, ya que su textura en tibio es muy blandita y mejora con el reposo. Por cierto, con esta receta participo en el reto de Marisa y Rosalía, Reciclando Sabores.



¡Ah, y lo tienes listo en cinco minutos!

Ingredientes (para 1 taza):

-1/2 plátano bien maduro.
-70 ml (1/4 de taza) de leche de soja o de otra vegetal que te guste.
-2 cucharadas de postre de azúcar moreno.
-2 cucharadas soperas rasas de harina de avena.
-1 cucharada sopera rasa de aceite de coco (o de cualquier otro que sea vegetal).
-1/2 cucharadita de café de levadura química.
-canela al gusto.
-un puñadito de pasas.

En la propia taza, machacamos con la mano del mortero el plátano con el azúcar y la canela, hasta que se deshaga pero queden trocitos pequeños aún.



Añadimos el resto de ingredientes menos las pasas y removemos hasta que se integren bien todos los ingredientes.

Ponemos la mitad de las pasas por encima y llevamos al microondas, a temperatura máxima, 3 minutos. Cuando acabe, comprobamos si está cuajado pinchando en el centro, de no ser así dejamos 30 segundos más.

Repartimos el resto de las pasas encima y dejamos enfriar en el mismo microondas.

Truco: para que los mugcakes se hagan bien en el micro, no los pongas en el centro, sino en una orilla de la bandeja giratoria. Se cocerán de forma mucho más uniforme.

¡Espero que os haya gustado, a mi me me encanta!

Mabel.
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Pudín de Naranja y Chía con Coulis de Kiwi (vegano).

No me puedo creer que aún no conozcas las semillas de chía...



Porque son tantas las propiedades que tienen que deberían estar más presentes en nuestra dieta. Yo suelo tomarlas en el desayuno, con los overnigth oats o avena remojada de la noche anterior. Añado una cucharada de chía a la avena y la dejo toda la noche en remojo con la leche. Al día siguiente sólo tengo que calentarla en el microondas y listo.



Pero hoy me apetecía enseñaros otra de las formas de tomarla, en forma de pudín para el postre. Ya os enseñé un pudín de manzana y chía, y no había vuelto a prepararla de esta manera. Las semillas de chía nos aportan grandes dosis de omega 3 y fibra. además de una cierta cantidad de calcio, magnesio y ácido fólico. Además, al hidratarse desarrollan una textura gelatinosa que es maravillosa para el estreñimiento. Vamos, que son más que bienvenidas a mi dieta.



Hoy he combinado mis semillitas con fruta fresca, y ya veréis lo fácil que es de preparar y lo ligero que resulta este postre. Y, por cierto, es vegano.



Ya sabéis que mi medida siempre es la de un vaso de cristal de los del yogur: 125 ml.


Tiempo: 5 min + 12 horas de reposo.

Ingredientes (para 3 raciones):

-1 medida (125 ml) de leche de soja u otra vegetal de tu agrado.
-1 medida de zumo de naranja recién exprimido.
-1/2 medida de semillas de chía.
-2 cucharadas de postre de azúcar moreno.
-la ralladura de 1 naranja.
-1 punta de cuchillo de canela en polvo.
-1 punta de cuchillo de jengibre en polvo.

Para la coulis:

-1 kiwi,
-el zumo de 1/2 naranja.

Mezclamos los ingredientes del pudín y repartimos en tres vasitos. Crecerá un tercio de su volumen con el reposo. Tapamos bien y llevamos a la nevera bien tapado, hasta el día siguente.

Para la coulis; pelamos el kiwi, cortamos tres finas rodajas del centro y el resto lo pasamos por la batidora junto al zumo. Cubrimos el pudín con esta salsa y decoramos con una rodaja de kiwi.

Listo. Cuesta más leer esta entrada que preparlo...

¡Seguiremos en la línea de los postres ligeros y saludables!

Mabel.
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Yakisoba.

¿Qué tal un toque japo para la cena?



El yakisoba es un plato muy común en Japón, Hasta el punto en que los restaurantes de cierta categoría se niegan a servirlo. Yo encontré esta receta en el libro Green, Chic & Gourmet, y lo que más me gustó es que las verduras no requieren cocción alguna. La verdad, es que el plato gana en sabor.



Hoy es día 1 y es día del reto Cocina de Película, y la elegida de este mes era Una pastelería en Tokio. A puntito estuve de liarme con los Dorayakis, pero las lorzas empiezan a hacer acto de presencia y era cuestión de contenerse. En cambio, esta receta tan de andar por casa me venía perfecta.

Cartel original de la película. Vía Sensacine.


Yakisoba significa, literalmente, tallarines fritos. Yo sólo los he rehogado ligeramente en una sartén antes de añadirlos a las verduras. Puedes tomarlos así, fríos o bien pasado todo por un rápido salteado con una gota de aceite. Estarán igual de ricos.



Estaba aburrida de los platos de pasta, y esta receta ha revivado mis ganas de comer espaguettis. Seguiremos probando.

Tiempo: 15 min.

Ingredientes (por persona):

-1 puñado (50 gr) de spaguetti Sedalis de Gallo u otro superfino.
-1 trozo de pimiento rojo crudo.
-1 zanahoria pequeña.
-1/2 aguacate pequeño.
-aceite de sésamo (puedes usar de oliva)
-salsa de soja.
-cebollino,
-gomasio o semillas de sésamo tostadas.

Ponemos a hervir la pasta. Mientras rallamos la zanahoria, cortamos en abanico el aguacate y troceamos pequeño el pimiento. Cuando la pasta esté hervida, la pasamos por agua fría y la salteamos en un poco de aceite de sésamo.
Servimos con las verduras y aliñado con el cebollino picado, el gomasio y un hilo de salsa de soja.

Más sencillo, imposible, Más rico, tampoco.

Mabel.
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