Platos fríos

Platos fríos
Platos fríos

Helados y polos

Helados y polos
Helados y polos

Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

Carpaccio de Calabacín y Nueces.

Adoro los calabacines.



Y en estas que te aparecen con una bolsa inmensa llena de esta verdura, recién recolectada. Es lo que tiene tener una familia de agricultores. No tardé en pensar recetas para ir consumiéndolos. Tengo pendiente comprarme un espiralizer, para hacerme los spaguetti de calabacín. Tiempo al tiempo.




Casualidades de la vida, este mes en el Asaltablogs nos ha tocado atracar a Tesa, de Coses y Cosetes. Conocí a Tesa en un encuentro blogger el año pasado, y aunque este mes había descartado publicar nada más por falta absoluta de tiempo, se han alienado los astros, ya que ella tenía esta receta super simple y yo tenía a mi vez la materia prima necesaria. Y ella es una persona tan, tan encantadora, que no podía dejar de rendirle este pequeño y modesto homenaje. Nena, tú vales mucho.



Este carpaccio se queda en mi cocina, por derecho propio. Por cierto, sería una guarnición estupenda para un plato de pescado. Pero yo me lo he tomado así, tal cual, acompañado de un buen pan tostado como ella propone. Una cena ligera y muy, muy sabrosa.

Un beso grande, princesa. Mi robo ha sido perpetrado con premeditación y alevosía, :).

Tiempo: 3 min + 30 min de macerado.

Ingredientes (por ración):

-1 calabacín pequeño, muy fresco.
-1 puñadito de nueces.
-1 chorro generoso de aceite de oliva virgen extra.
-pimienta negra molida, orégano y sal.
-un puñadito de tomates cherry.

Tan sencillo como cortar el calabacín, bien limpio y sin pelar, con una mandolina o, en su defecto con un buen cuchillo, en lascas muy finas. Depositamos en un bol y añadimos el resto de ingredientes menos los cherrys. Removemos bien con el fin de que todas las rebanadas de calabacín queden impregnadas del adobo, y llevamos a la nevera mínimo treinta minutos.

Para degustar, dejamos atemperar un rato fuera de la nevera, ya que este plato se toma a temperatura ambiente, y decoramos con los cherrys.

¡Nunca hubiera pensado que estarían tan ricos crudos! ¡Tenéis que probarlos!

Mabel.
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Resultado Sorteo 6º Aniversario.

Y el día llegó.



Y, tal y como predije, mi agenda se ha complicado muchísimo. Menos mal que adelanté acontecimientos, y publiqué el sorteo con bastante antelación. Además, estoy tan ocupada que casi se me pasa que hoy tenía que realizar el sorteo...

Pero a lo que vamos, no os voy a tener en ascuas. And the winner is:

Resultados del sorteo

  • Puesto 1: 3 Amparo

Amparo Arce, del blog Jarabe de Arce. ¡Felicidades! Ahora mismo me pongo en contacto contigo. 

A los demás, mil gracias por participar y por estar aquí. ¡Así da gusto cumplir años!

Mabel.
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Alubias con Tomate tipo Heinz (Baked Beans).

¿Quién no ha probado las alubias con tomate? Que levante la mano.



Si habéis viajado por cualquier país europeo, o simplemente os habéis alojado en un hotel con mayoría de clientela inglesa, seguro que habéis visto estas alubias en el bufet del desayuno. O incluso, te has independizado y en los comienzos de tus andaduras culinarias te has zampado algún bote de alubias de la marca Heinz. Confiesa, todos lo hemos hecho.

Que las alubias no nos gustan demasiado en casa no es ningún secreto. Y no hay realmente una razón para ello, ya que nos gusta la fabada y el arrós amb fesols i naps. De hecho, no hace mucho preparé un hummus de alubias y estaba realmente bueno. No, no sabemos muy bien porqué no las comemos más a menudo.



O sí, porque si las preparo cociéndolas en casa, no hay forma de pillarles el punto: o me quedan duras o se me hacen puré. Y al final he optado por no hacer fabada, si no es con alubias ya cocidas de bote. Como las preparaciones con embutido las he relegado a días de mucho frío (contadas ocasiones en mi zona), ahora hay que ingeniárselas, y mira por donde que encontré esta receta en mi libro Las delicias de Ella. Un comprendio de recetas veganas, sin productos de origen animal, en el que he encontrado mucha inspiración. No soy vegana, ni tengo intolerancias, pero una dieta más natural y reduciendo el consumo de productos de origen animal siempre nos sentará bien.

Pues bien, resulta que Ella tiene la receta de las alubias tipo Heinz, y desde luego me ha gustado mucho. Además de ser muy sencilla, nos permite elegir la legumbre y yo he optado por las mejores que he encontrado en el súper, unas ecológicas de la marca Picuezo. Quedan tan ricas que las haré muchas más veces, y lo mejor que combinan perfectamente con arroz blanco, quinoa, patatas asadas o incluso un huevo frito. Un comodín que podemos tener preparado con antelación y que es perfecto para el tupper.

¿Nos ponemos a ello?

Tiempo: 30 min.

Ingredientes (4 raciones si van de acompañamiento, como plato único 2-3):

-un bote grande de alubias blancas cocidas.
-2 dientes de ajo pelados y triturados en el mortero.
-800 gr de tomate triturado en conserva.
-2 cucharadas soperas de concentrado de tomate.
-2 cucharadas soperas de miel (en el original, dátiles medjool).
-sal y pimienta.

Para servir (opcional):

-topping de perejil, gomasio y un chorrito de aove.

Poner los ajos chafados junto a la miel y el tomate triturado en una cacerola baja. Dejar cocer a fuego bajo unos 20 minutos.

Añadimos las judías, lavadas y escurridas, y el concentrado de tomate y dejamos cocer 10 minutos más. Rectificamos de sal y pimienta. Yo no le puse sal.

Servimos sólo, o de acompañamiento de unas patatas asadas o de un huevo frito o cocido (mi versión favorita).

¡Qué no nos falten legumbres en la dieta!

Mabel.


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Natillas de Coco y Chocolate (veganas y sin gluten).

Hay días que no necesitas pensar mucho, las cosas vienen y punto.

natillas-coco-chocolate


Algo así me ha pasado con estas natillas.
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Flan de Piña sin Horno.

Enamorada de la piña me hallo.



No es que antes no me gustara, lo que pasa es que después de una semana de tomar piña fresca dulcísima, día sí y día también, pues como que mi amor por ella se ha acrecentado. No había mañana dominicana que no tuviéramos esta fruta en el desayuno, casi siempre deliciosa, en su punto de madurez.



Tenía yo ganas de preparar este flan sencillo y sin cocción, receta que tantas veces me habéis pedido  y en la que se utilizan ingredientes de andar por casa. Y tan rico, que difícilmente os dirán que no a un cachito. Yo he utilizado gelatina de limón, pero si encontráis de piña mucho mejor. Claro que también podéis usar neutra, el resultado será delicioso utilicéis la que utilicéis.



Para preparar este flan de piña he usado una conserva de piña en su jugo, por aquello de reducir alguna caloría. No podéis hacerlo con piña natural, yo una vez lo intenté y no hubo forma de que la gelatina cuajase. Esto parece ser a causa de una enzima llamada bromelina, que está presente también en otras frutas como la sandía o el melón. Esta enzima se neutraliza con la cocción. por eso con las frutas en conserva esto no pasa.



Podéis usar la leche que prefiráis, incluso una vegetal. Yo en este caso he usado de vaca semidesnatada, aunque la de soja que suelo usar siempre es igual de válida. A vuestro gusto.

Receta inspirada en ésta.

Tiempo: 15 min y una noche de reposo en la nevera.

Ingredientes (para 8-12 raciones, según gula):

-1 bote de 565 gr de piña en su jugo, yo he usado Del Monte.
-1 bote pequeño de leche condensada, de 370 gr.
-el volumen de la lata de piña de leche muy fría, en este caso de vaca semidesnatada.
-2 sobres de 85 gr c/u de gelatina sabor limón (o mejor aún de piña, o neutra).
-5 cucharadas soperas de azúcar moreno y un chorrito de zumo de limón, para el caramelo.

Ponemos en un recipiente apto para el microondas el azúcar moreno con el limón y una cucharada de agua. Llevamos a potencia máxima unos tres minutos, o hasta que se forme el caramelo. Vertemos de inmediato sobre la base del molde que vayamos a utilizar.

Reservamos cinco rodajas de piña para la decoración, y las colocamos en la base del molde sobre el caramelo.

El resto de la piña, lo ponemos junto a todo el jugo en un bol capaz y añadimos la leche condensada. Trituramos a conciencia con la batidora.

Separamos un poco de leche y disolvemos la gelatina en él. Ponemos el resto de la leche de cabra a hervir en un cazo de fondo grueso sin parar de remover. Cuando llegue a ebullición, retiramos del fuego y añadimos la leche con la gelatina, removiendo sin cesar hasta su completa disolución.

Añadimos la gelatina a la piña triturada, y mezclamos muy bien. Vertemos en el molde, con cuidado de que las rodajas de piña del fondo no se muevan.

Esperamos a que se enfríe y llevamos al frigorífico hasta el día siguiente.

Para desmoldar, ponemos el recipiente dentro de otro de diámetro mayor con un dedo de agua muy caliente durante medio minuto. Volteamos en un plato de servir.

Decoramos al gusto.

Fácil, ¿verdad? y os aseguro que delicioso.

Mabel.
5

Helado de Moras (vegano).

Aunque el incipiente calorcito ha decidido llegar a su debido tiempo, y ha vuelto a refrescar, no le digo no a un buen helado casero.



He vuelto a utilizar la fórmula del plátano maduro. Da un juego tremendo, ya que podéis hacer el helado de infinitos sabores. Y no, aunque creáis que compro los plátanos ya maduros o que dejo que se maduren adrede, no es así. Lo que sucedió es que se acercaba la hora de marcharme de vacaciones, y tenía que vaciar la nevera. Aparecieron tres plátanos ya maduros en el cajón de la fruta, y decidí pelarlos, cortarlos en trozos y congelarlos para utilizarlos a la vuelta.



Esta receta para hacer helados es fabulosa, ya que no lleva ni gluten, ni huevo ni lácteos. Aunque sé que el plátano no lo puede tomar todo el mundo, a quienes sí pueden les resultará un helado rico, cremoso y facilísimo de hacer. Lo de las moras, resulta que haciendo limpieza de despensa apareció un tarro de confitura de moras que hice este verano. Voilá, se me encendió una bombillita y recordé que había congelado algunas moras sueltas para hacer algún dulce con esa misma confitura, y utilizarlas de decoración. Pues bien, aquí la primera de las sugerencias.



Un simple chorro de leche de soja para aligerar la mezcla y helado listo. Como la mermelada ya lleva azúcar (y aunque no lo lleve, estará dulce), no necesitamos ningún aditivo más. Para tomar en el momento o guardar en el congelador, queda igual de cremoso.

Con esta receta participo en el reto de mi amiga Marisa y de Rosalía, Reciclando Sabores.



Tiempo: 5 min (partiendo de que el plátano lo tenemos congelado de antemano).

Ingredientes (para 2-3 raciones):

-3 plátanos muy maduros, pelados y congelados en trozos.
-2 cucharadas soperas colmadas de confitura o mermelada de mora, casera o comprada.
-80 cc de leche de soja (o de cualquier leche vegetal a nuestro gusto).

Ponemos los ingredientes en el procesador de alimentos, trituramos a conciencia y servimos enseguida. También podemos ponerlo en una tarrina y llevar al congelador, yo lo hice así, y sólo tendremos que sacar el helado cinco minutos antes de consumir para que se atempere.

¡Delicioso y supersencillo!
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Quinoa con Espárragos y Vinagreta de Nueces.

Hoy comemos ligerito y sabroso.



Los espárragos están en plena temporada. Me encantan, y aunque suelo comerlos silvestres, vi estos en el súper y no me pude contener. Para mas inri, Su de Webosfritos publicó en Instagram una receta con ellos y contaba cómo los cocinaba, y tenía que probar.



Pero lo que de verdad me animó a cocinarlos de esta guisa fue un mensaje de Elena, del blog Mrmelada, contándome que había puesto en marcha un nuevo reto: Reto alfabeto salado. Yo, que me gusta más un reto que a un hamster un trozo de gruyere, falta estuve de tiempo para decirle que contase conmigo. Faltaría más.



Máxime cuando los dos ingredientes impepinables en esta ocasión eran la quinoa y los espárragos. Que me gusta la quinoa creo que ya lo he contado en alguna ocasión, pero bien es cierto que nuestra forma de cocinar no siempre casa con este ingrediente, a priori extraño, y que en mi casa no es muy bien recibido. Pero un homenaje lo merecemos siempre, y a mi esta receta me ha resultado toda una gozada. Además, una vinagreta de frutos secos alegra hasta al cereal más insípido. Y si no me creéis, haced la prueba.



Platos como éste comería un día sí, y otro también.

Tiempo: 30 min.

Ingredientes (para 2 raciones):

-2 tacitas de café de quinoa.
-24 puntas de espárragos tiernos.
-un puñado de hojas verdes, germinados, o lo que se os ocurra.

Para la vinagreta:

-un puñadito de nueces.
-aove.
-vinagre de sidra.
-limón.
-pimentón de la Vera.
-perejil picado y sal.

Ponemos las puntas de espárragos en un cestillo que quepa en la olla rápida. Llenamos de agua, sin que toque la verdura. Cerramos y, en el momento que empiece a silbar, apagamos el fuego y dejamos que pierda la presión.

Mientras, lavamos la quinoa bajo el chorro del grifo. Este paso es importante, ya que así pierde el amargor. Ponemos en una olla con el tripe de agua que de quinoa y hervimos 18 minutos. Escurrimos bien y dejamos templar.

Majamos las nueces con el perejil en un mortero. Ponemos en un bote pequeño de cristal con tapa, añadimos un pellizco de sal, una punta de pimentón, un chorrito de limón y aceite y vinagre al gusto, en proporción 2x1. Cerramos el bote y agitamos vigorosamente.

Montamos el plato: colocamos la quinoa, las puntas encima y sobre ellas un puñado de hojas verdes a elegir. Salseamos con la vinagreta y listo.

Si dejamos reposar un rato, queda mucho más sabroso.

Espero que esta propuesta os haya gustado, ¿te vienes a ver las demás?

Mabel.
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