Hoy os traigo una confitura deliciosa para combinar con quesos y jamón.
La primera vez que vi este dulce fue en el blog de mi amiga Marisa, Thermofan. Me pareció muy curiosa, y me extrañó no haberla visto antes, ya que resulta que muchos de mis conocidos sí que la habían visto hacer en casa. Supongo que es una de esas recetas, creadas en épocas de necesidad, que con en tiempos de bonanza se van perdiendo. Y no debe ser así: estas recetas nos acercan a nuestras abuelas y nos permiten disfrutar de bocados que suponen un total aprovechamiento de los recursos. Véase sino los paparajotes (pincha aquí si no sabes lo que son), que no hago sencillamente porque no tengo limoneros. O. sin ir más lejos, mi sopa de hojas de rábano (aquí). Y eso sólo por citar algún ejemplo.
1
La primera vez que vi este dulce fue en el blog de mi amiga Marisa, Thermofan. Me pareció muy curiosa, y me extrañó no haberla visto antes, ya que resulta que muchos de mis conocidos sí que la habían visto hacer en casa. Supongo que es una de esas recetas, creadas en épocas de necesidad, que con en tiempos de bonanza se van perdiendo. Y no debe ser así: estas recetas nos acercan a nuestras abuelas y nos permiten disfrutar de bocados que suponen un total aprovechamiento de los recursos. Véase sino los paparajotes (pincha aquí si no sabes lo que son), que no hago sencillamente porque no tengo limoneros. O. sin ir más lejos, mi sopa de hojas de rábano (aquí). Y eso sólo por citar algún ejemplo.